Política Agencia Télam 16 de septiembre de 2023

Los gremios pondran a prueba su fortaleza frente a un posible gobierno contrario a sus intereses

El coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autonoma, Luis Campos, abordo los ultimos 78 años de historia sindical argentina en un libro al que llamo "La fortaleza" , la representacion de un

(Por Gabriel Tuñez) El coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma, Luis Campos, abordó los últimos 78 años de historia sindical argentina en un libro al que llamó "La fortaleza" (PIMSA-Imago Mundi), la representación de un lugar de resistencia en el que la clase trabajadora encontró resguardo cuando las condiciones políticas, económicas y hasta represivas la golpearon en distintos lapsos.
En una entrevista con Télam, Campos explicó que el libro, surgido de su tesis doctoral en Ciencias Sociales (FLACSO Argentina) abarca, especialmente, el período histórico que va de 1945 a 2001, pero que en un extenso capítulo también evaluó las últimas dos décadas.
A pocas semanas de las elecciones presidenciales, Campos consideró que el sindicalismo deberá poner en juego su fortaleza organizativa característica si Javier Milei (La Libertad Avanza) o Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio) acceden al Gobierno.
- Télam: ¿Por qué el período de análisis del libro comienza en 1945 y finaliza en 2001?
- Luis Campos: Uno de los ejes que trabaja el libro es el proceso de institucionalización de las organizaciones sindicales. Si bien había habido avances en ese aspecto antes del '45, la institucionalización generalizada se da a partir de ese año. Y decidí tomar como referencia final 2001 porque ese lapso de 56 años me permitía ver dos períodos muy diferenciados. Entre 1945 y 1976 observamos un momento de ofensiva de la clase trabajadora y una contraofensiva desde 1976 a 2001, aunque con muchas contratendencias en el medio. El libro también incluye un apartado, a modo de conclusión, sobre qué pasó después de 2002.
- T: ¿Qué buscaba explicar o desarrollar a partir de esta investigación de más de medio siglo de historia?
- LC: La pregunta que estaba por detrás era cuál es la razón que explica que las organizaciones sindicales en Argentina tengan tanta fuerza aun trazando una comparación con otros países de la región. Y eso me llevó a la idea de las relaciones de fuerzas. Hay una frase del filósofo italiano Antonio Gramsci que dice que cuando se habla de relaciones de fuerza se afirma lo que se tiene que explicar. Eso de "no dan las relaciones de fuerza" es una afirmación que no explica qué significa. En el libro fui distinguiendo momentos en los que las relaciones de fuerzas fueron más favorables para la organización sindical y otros en los que no. Gramsci también distingue entre relaciones de fuerzas objetivas y subjetivas. Por relaciones objetivas podemos entender cuántos trabajadores hay, en cuáles actividades se desempeñan, qué pasa con la economía, si es cerrada o abiertaÂ… No es lo mismo una participación sindical con un desempleo del 5% que con el 25% o si todos los trabajadores están registrados.
- T: ¿Y qué observó en ese primer período de análisis entre 1945 y 1976?
- LC: Que es un periodo de ofensiva en el que predomina el desarrollo industrial de los grandes establecimientos. No es lo mismo organizarse sindicalmente en pequeños talleres de 10 trabajadores que en empresas de 2.000. Además, gran parte del empleo se concentraba en ese momento en algunos centros urbanos. En Córdoba, por ejemplo, con la instalación de las fábricas automotrices, creció el empleo industrial y eso ayudó a explicar los procesos organizativos y los conflictos. Cito a Córdoba por el Cordobazo, pero algo similar se dio en Rosario, Mendoza y Tucumán. A partir de 1976 van a cambiar los términos generales del mercado de trabajo, se fragmenta, crece el cuentapropismo, el empleo no registrado y se produce una caída brutal de la industria. Después están las relaciones políticas que también juegan. Y allí aparece el papel de los sindicatos como representantes de los intereses políticos de los trabajadores y la relación sindicatos-peronismo como identidad política. Paradójicamente, la proscripción del peronismo posibilitó que los sindicatos se transformaran en partidos políticos, en el canal de representación política de los trabajadores. Eso permitió que cuando el propio sistema quiso salir de la proscripción, el peronismo pudo instalarse rápidamente porque tuvo su base de sustento en los sindicatos, que fueron los que pusieron a los militantes. Eso va a cambiar a partir de 1976 y, fundamentalmente, a partir de 1983 porque en el peronismo se dio un proceso a partir de la renovación que hizo que el sindicalismo perdiera peso al no ser tan necesario para la acción y el financiamiento del partido. A eso se sumó un contexto en el que los sindicatos se enfrentaron a condiciones desfavorables y terminaron retrocediendo como canales de expresión política de los trabajadores y se concentraron en la representación de los intereses económicos como tendencia general.
- T: ¿Cómo actuó la dictadura militar contra el sindicalismo?
- LC: Me gusta decir que Jorge Videla "aprendió" de la política sindical que había implementado Pedro Aramburu cuando derrocó a Juan Domingo Perón. Su objetivo era erradicar al peronismo, tanto que hasta prohibió decir su nombre en público. Pero, además, decidió fragmentar la estructura sindical: por medio de un decreto, dictó la pluralidad sindical y creó así muchos sindicatos pequeños. Además, el decreto les impidió a todos los dirigentes que en los años anteriores habían ocupado cargos mantenerse en ellos. El resultado de esa política fue como pisar un hormiguero, porque se desperdigó el conflicto y perdió capacidad de tener interlocutores. Videla vio eso e impuso una política represiva que fue generalizada pero, al mismo tiempo, tuvo una precisión quirúrgica. Si bien le apuntó a una parte del sindicalismo, la gran mayoría de los detenidos desaparecidos durante la última dictadura fueron delegados gremiales, miembros de comisiones internas y sindicalistas de base. Eso no quiere decir que no haya habido una política contra la dirección, pero en su gran mayoría fueron detenciones. De hecho, muchos fueron liberados y vueltos a poner al frente de los sindicatos como parte del llamado "proceso de normalización". Eso provocó que al interior de los sindicatos los dirigentes estuvieran fuertes, pero mucho más debilitados al momento de negociar con el Estado y los empleadores porque no contar con todo ese respaldo detrás. Ese proceso de disciplinamiento por medio del terror físico se consolidó con la hiperinflación de 1989 y culminó en los años 90 con la implementación de reformas, como las privatizaciones, que estaban en el origen de la lógica de la dictadura militar.
- T: ¿Qué rol cumplieron los sindicatos en las privatizaciones de empresas públicas?
- LC: Los sindicatos se opusieron de una manera muy exitosa frente al primer intento de privatización que quiso llevar adelante Raúl Alfonsín. Lo hicieron con los resabios que le quedaban del poder político y que terminó de perderlo con el menemismo. Si bien hubo dos huelgas grandes contra las privatizaciones, como las que protagonizaron los trabajadores ferroviarios y telefónicos, ambas terminaron en derrotas. Muchas veces ocurre que algunos conflictos marcan el terreno para el resto, y esas dos derrotas significaron un cambio de época porque abrieron el proceso de privatizaciones.
- T: ¿Es en ese contexto en el que surgen las centrales obreras como la CTA y los movimientos desocupados antes agrupados en la CGT?
- LC: Lo llamativo no es que surjan, sino que la CGT, que se crea en 1930 y tiene su primera división en 1935, no volvió a unificarse Entonces hoy coexisten tres centrales sindicales (dos CTA y la CGT) y muchas organizaciones de trabajadores, algunas de las cuales están integradas a sindicatos. La CGT aún conserva ese rol mayoritario, pero su capacidad de representación sobre el total de la clase trabajadora es menor. Además, ya no tiene participación como instancia de representación de los intereses políticos de los trabajadores. Esta fragmentación no solo debilitó a los sindicatos sino que, a veces, hace que aparezcan reclamos que son muy difícil de amalgamar.
- T: Tomando en cuenta el antecedente de la gestión de Mauricio Macri y el resultado de las PASO, en las que dos de los tres candidatos más votados representan propuestas de derecha, ¿qué relación imagina entre un futuro gobierno de Javier Milei o Patricia Bullrich con el sindicalismo?
- LC: Durante el macrismo hubo varios intentos de avanzar sobre cuestiones estructurales que se enfrentaron a una resistencia de la clase trabajadora. En la primera década de este siglo hubo una reversión parcial de esa relación de fuerzas que se había dado entre 1976-2001 a partir de un crecimiento de la economía y el empleo. A eso se suma que el gobierno de Néstor Kirchner utilizó herramientas de políticas laborales para construir una legitimación de su poder. Así, el PJ volvió a necesitar de los sindicatos para conseguir recursos políticos Macri se encontró, entonces, con un movimiento obrero con más de una década de acumulación de capital económico y simbólico. La resistencia al macrismo se montó sobre ese éxito. Me parece que ahora el sindicalismo va a tener que poner a prueba esta idea de la fortaleza que plantea el libro en el título frente a un posible gobierno muy contrario a sus intereses.
Pero hay que tener en cuenta que esa disputa se dará en un contexto de 10 años de deterioro de las relaciones objetivas de fuerzas y de estancamiento económico, con lo cual la capacidad de resistencia, que nunca hay que subestimar, se enfrenta a factores más complicados. Hay una fracción de la clase trabajadora que encuentra mayores dificultades para canalizar su acción colectiva a través de los sindicatos, pero aún así que se organice y dé su pelea en la calle es un dato interesante. Me pregunto hasta dónde se puede mantener una estrategia defensiva. Una fortaleza da la idea de un fuerte, que no es un sitio para atacar sino de defensa. El sindicalismo resistió bastante bien a lo largo de la historia, pero uno de los desafíos es pensar cómo ir más allá de los límites de la fortaleza. (Télam)

Te puede interesar

Tapia acorralado: intimación por la UNAFA y avances claves en la causa por presunto lavado

La AFA quedó bajo presión oficial por la UnAFA mientras la Justicia acelera peritajes y medidas clave en la causa que investiga el patrimonio de Tapia.

Kicillof le exigió a Caputo que apruebe "rapidito" el financiamiento

Kicillof cruzó a Caputo y exigió que Nación apruebe “rapidito” el financiamiento bonaerense. La tensión con Milei sube y la deuda vuelve a ser un tema político.

ATE confirmó paro nacional y denuncia un “ajuste feroz” con la reforma laboral

ATE mete presión: convoca paro y marcha al Congreso contra la reforma laboral que impulsa el Gobierno. El gremio denuncia ajuste y recortes en el Estado.

Adelantan el acto de los F-16 y Milei viaja a Córdoba para el vuelo inaugural

Milei adelanta el acto de los F-16 por el clima y viaja a Córdoba para el vuelo inaugural. Movida clave del Gobierno en plena renovación militar.