Confirman procesamiento a un exoperador del programa de Testigos Protegidos por abuso sexual

La Cámara Federal porteña confirmó hoy el procesamiento sin prisión preventiva a un exoperador del Programa Nacional de Protección de Testigos por supuesto abuso sexual reiterado contra una mujer que estaba bajo su tutela entre octubre de 2014 y 2015.
El Tribunal de Apelaciones confirmó el procesamiento del acusado como presunto autor de "abuso sexual simple reiterado en al menos tres oportunidades" cometidos contra la mujer que era testigo protegida en una causa penal y estaba bajo su cuidado, según la resolución a la que tuvo acceso Télam.
El acusado era operador del programa que depende del Ministerio de Justicia de la Nación cuando ocurrieron los hechos y fue despedido en 2019.
Los camaristas Leopoldo Bruglia y Mariano Llorens rechazaron además un planteo de prescripción del delito porque evaluaron que acusado era funcionario público y estuvo en el cargo hasta agosto de ese año, lo que interrumpió los plazos de cómputo.
Al dictar el procesamiento se tuvieron en cuenta " las declaraciones de la víctima, los mensajes de texto y audio de WhatsApp aportados, los testimonios de los testigos, la pericia psicológica con presencia de peritos de todas las partes, el expediente administrativo iniciado a T. y los correos
electrónicos de sus superiores en el Programa de Protección a Testigos, entre otros elementos", enumeró la Cámara.
Los jueces remarcaron que el caso se analiza "conforme las disposiciones que rigen la materia, entre las que se destacan aquellas que surgen de la “Convención para la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer” (Cedaw), 'La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar, y Erradicar la Violencia contra la Mujer' (Convención de Belém Do Pará), 'La Declaración de Naciones Unidas sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer', y la 'Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los Ámbitos en que Desarrollen sus Relaciones Interpersonales' (Ley 26.485)".
A lo largo de la investigación "y conforme a los elementos de prueba incorporados al legajo, fue posible corroborar -con el grado de probabilidad requerido en esta instancia- los extremos denunciados con relación a este ilícito", remarcó el Tribunal de Apelaciones.
"En primer lugar, no puede soslayarse el valioso testimonio expuesto por la víctima", que " además de aparentar verosímil, se ha mantenido incólume en las diferentes oportunidades en las que ha sido brindado".
La mujer había ingresado al Programa en el marco de una causa por lavado de dinero.
El acusado, operador del programa, tenía asignado su caso y según recordó el fallo "comenzó a depender del imputado, él manejaba todas las cuestiones de su vida, ya sea de salud, seguridad, economía, educación de sus hijos, y según la propia víctima contaba: 'absolutamente toda mi vida pasaba por él, porque todo lo que yo hacía cotidianamente necesitaba ser previamente autorizado por el Programa y él era el representante del organismo al que yo tenía que acudir'”.
"Estos dichos demuestran el poder que el operador tenía sobre la testigo", concluyeron los jueces.
El fallo agregó que "no puede soslayarse, además, que se trataba de una persona que había sufrido situaciones de extrema violencia, habiendo sido víctima del delito de trata de personas con fines de explotación sexual durante muchos años, que se encontraba en una situación de particular vulnerabilidad y de gran dependencia con respecto al imputado".
Del acusado "dependía el contacto con su familia, con los profesionales que la atendían, y hasta su economía", concluyeron al confirmar el procesamiento.
(Télam)