Steven Lin llego de China a los 18 años, solo conocia a Maradona y ahora hace asados con amigos

Steven Lin nacio en Fuqing, provincia de Fujian ubicada en la zona costera de China Continental, alla vivia con sus abuelos, su papa, su mama y su hermana. "Era una zona muy pobre, no habia carne", dijo Steven a Telam.

Argentina04 de julio de 2021 Agencia Télam
Steven Lin (45) nació en Fuqing, provincia de Fujian ubicada en la zona costera de China Continental, allá vivía con sus abuelos, su papá, su mamá y su hermana. "Era una zona muy pobre, no había carne", dijo Steven a Télam.
Steven ahora se identifica como "argenchino" y cuenta que suele hacer asados con amigos.
Él llegó al país junto a su padre en 1993, a sus 18 años. Su papá era ingeniero y vino con un contrato por tiempo determinado y él lo acompañó porque, después de terminar la secundaria, "prefería trabajar".
De Argentina solo conocía a Maradona antes de venir.
Actualmente Steven vive en Olivos con su esposa Cristina, su hija Emily (8) y su hijo Alex (11) y se dedica a la exportación de vinos a China y la importación de artículos de fútbol como pelotas y camisetas. Además, dirige Bofeng Sports y preside la Fundación benéfica Bofeng, creada para brindar ayuda a los estudiantes en áreas afectadas por la pobreza para que completen con éxito sus estudios, en la cual trabaja en conjunto con empresas supermercadistas
"Para llegar a la Argentina viajamos durante dos días", recuerda.
La empresa que contrató a su papá los fue a buscar al aeropuerto y los alojó en el centro porteño en una habitación sin baño con cama cucheta.
Allí también vivían otras personas de la colectividad, que se dedicaban a otras actividades como albañilería, ayudantes de cocina, gastronómicos, supermercadistas y también había desempleados.
"La primera noche no podía dormir -relata Steven-, era muy chico el lugar, y estaba con los horarios cambiados porque hay 11 horas de diferencia entre China y Argentina, extrañaba mi casa, la comida, los amigos".
Mientras su papá trabajaba en la empresa, él consiguió su primer trabajo en un restaurante coreano en Once, donde hacía delivery, limpieza y era ayudante de cocina.
También trabajó como mozo los fines de semana y así de a poco fue aprendiendo el idioma.
Cuando a su papá se le terminó el contrato, se juntó con cuatro socios y en 1997 abrieron un restaurante tenedor libre que estaba en Av. San Juan y Av. Jujuy.
Ahí empezó a mejorar nuestra vida", asegura Steven.
"Lo tuvimos varios años hasta que terminó la moda del tenedor libre en 2001 con el corralito", momento en que ambos decidieron volver a China.
"En el 2001 muchos se fueron -indica la antropóloga Luciana Denardi- y ahora lo que algunos empiezan a decir es que hay muchos chinos volviendo a China también, por la pandemia, la situación económica, muchas dificultades, pero también hay familias que se establecieron acá".
En 2003 Steven y su padre volvieron a la Argentina y con parientes abrieron varios supermercados que mantuvieron durante doce años, hasta el fallecimiento de su padre el año pasado.
"La gran industria de supermercados que incidió de una manera muy fuerte en la venta minorista en Argentina, si bien había comenzado con los taiwaneses se produce a partir de la inmigración de fujianeses", asegura el investigador Gustavo Ng.
"En la Ciudad de Buenos Aires encontramos un supermercado propiedad de migrantes chinos cada dos o tres cuadras -completa Denardi en su investigación 'Ser chino en Buenos Aires'-. Esta saturación de la ciudad los llevó a expandirse a las segundas ciudades del país, como Rosario, Córdoba y Mar del Plata". (Télam)
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