Con la pandemia y sin trabajo se reinventaron y hoy son la cadeteria Los chicos del Cine

Trece jovenes -en su mayoria jefes de familia- que trabajaban en un cine de Santa Rosa que por la pandemia de coronavirus debio cerrar sus puertas, lanzaron hoy el microemprendimiento "Los chicos del Cine" y se transformaron en una empresa de

Argentina21 de abril de 2020 Agencia Télam
Trece jóvenes -en su mayoría jefes de familia- que trabajaban en un cine de Santa Rosa que por la pandemia de coronavirus debió cerrar sus puertas, lanzaron hoy el microemprendimiento "Los chicos del Cine" y se transformaron en una empresa de cadetería puerta a puerta en la que también ofrecen golosinas, gaseosas y pochoclos.
"Hoy lanzamos la puesta en marcha de la mini empresa de cadetería, con 13 jóvenes, en su mayoría jefes de familia y estudiantes universitarios que se quedaron sin sus puestos de trabajo y sin sus salarios por el cierre definitivo del (cine) Amadeus y por el cierre provisorio del cine Milenium, que reabrirá sus puestas una vez que se autorice y finalice la pandemia", dijo a Télam Walter Geringer, quien junto a su esposa Bettina Tueros está al frente de ambas salas.
Los y las jóvenes, lejos de refugiarse en sus casas para llorar sus penas lograron reinventarse y compartiendo sus experiencias personales, con Walter a la cabeza, resolvieron tramitar las autorizaciones para crear este emprendimiento que lleva el nombre que los sintetiza: "Los chicos del Cine".
Todo medio de transporte será utilizado para los envíos a domicilio, en un utilitario lo más grande; y en moto o bici, lo más pequeño y, rememorando la mística cinéfila a la hora del pedido, no faltará la oferta de golosinas, gaseosas y pochoclos.
"Teníamos en stock gaseosas, golosinas y mucho maíz para pochoclo, para vender en nuestras salas, todo tiene un vencimiento y el maíz con más razón, por eso se nos ocurrió que también fueran parte de la oferta en el emprendimiento", remarcó Walter.
El empresario comentó que "los y las empleadas están entusiasmados más allá del sabor amargo que nos dejó el cierre del Amadeus. Aún nos cuesta asumir esa realidad, sobre todo porque no fue un cine más, sino un espacio que los propios cinéfilos construyeron como un lugar de encuentro social, cultural y de recreación, con una confitería en la antesala que invitaba a la espera con sabor a café o la charla amena en la post función".
Geringer aclaró que la sala del Amadeus era alquilada y los propietarios adujeron que no podían esperar su reapertura tras manifestarle que les resultaba imposible afrontar el pago del alquiler, precisamente por el cierre. Sin embargo el Milenium, que sí es de su propiedad, seguirá y estarán atentos a su reapertura tras la pandemia "más allá de que sabemos que habrá un antes y un después en el comportamiento social, con los miedos propios y las disposiciones del público con sus respectivos espacios entre butacas y los propios espectadores", aclaró.
"Lo nuestro hoy es un servicio de cadetería, puerta a puerta y arrancamos con todas las pilas sabiendo que el cine, como los espectáculos públicos masivos, el teatro y el fútbol, son uno de los últimos eslabones que se pondrán en marcha tras la pandemia", señaló.
Geringer compartió su preocupación por el devenir tras el contexto actual, admitió que es una "buena noticia saber que el Estado afrontará el pago del 50 por ciento de los salarios de los y las trabajadoras, es un alivio porque es entendible cada una de las situaciones personales que atraviesan" dijo, y admitió que "el reacomodamiento en distintos tipos de espectáculos o espacios como el cine, demandarán tiempo".
"Somos la gente del cine.El cine no murió, en ésta oportunidad solo hacemos una impasse, para cambiar de rollo", concluyó. (Télam)
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