Juan Ingaramo: El algoritmo rige demasiado las jugadas de los artistas

El cantautor y productor cordobés Juan Ingaramo quien el domingo en Villa Carlos Paz animará un auto-recital alertó sobre los límites que la música urbana se fabricó y sostuvo que "el algoritmo influye más en la fusión de los ritmos latinos que el deseo de generar la unidad social a partir de la música".
”Siento que el algoritmo rige demasiado las jugadas de los artistas y se termina igualando mucho todo porque uno ya sabe qué es lo que funciona entonces tiende a copiarlo o la industria te obliga a copiarlo”, señaló Ingaramo durante una entrevista con Télam.
Metido de lleno en el mundo de la producción donde formó dupla con Nico Cotton y trabajó en Centroamérica con popes de la música urbana, indicó que “ahora los artistas laburan para las plataformas cuando antes era al revés y las plataformas trabajaban para vender la música de los artistas”.
En esa mirada que tiene la visión de quien transita por distintos eslabones de la industria musical, comentó: “Ya tengo 33 años y he vivido otras formas, pero siento que el algoritmo rige demasiado las jugadas de los artistas entonces se copian los looks, las pibas se cortan el pelo igual y dicen lo mismo en las letras”.
Ingaramo arrancó militando en el indie pop como su primer EP "De la ida", en 2014 publicó su primer álbum "Pop Nacional" y en 2016 lanzó "Músico", con la coproducción de Adrián Dárgelos.
Por eso tiempo formó una dupla imbatible con Nico Cotton que cruzó elementos de la música comercial de los 70 con cumbia, cuarteto, reggaetón y la movida urbana.
Esa experimentación lo ayudó a lanzar su elogiado y nominado disco "Best Seller" con participaciones de Dakillah y Ca7riel en "Fobia" y Louta y Neo Pistea en "Ladran".
Luego partió rumbo América Central para trabajar con productores de música urbana como Disoundbwoy, Pardo (trabajó con Balvin), Ovy on the Drums (Bad Bunny, Karol G, Paulo Londra, Becky G) y los Icon Music.
De vuelta al país, siguió trabajando con Cotton para producir canciones propias y a otros artistas y en los últimos meses editó "Cuartefunk", "El campeón", "Clave", "Cambias mi amor" y "No necesito", canciones que estarán presentes en su recital del domingo.
Ingaramo se presentará el 24 desde las 21 en el Polideportivo Municipal de la localidad cordobesa de Villa Carlos Paz animando la segunda fecha del ciclo Renault Drive In que mañana abrirá Los Caligaris.
Télam: ¿Empezás a sentir que hay en esta nueva música pop latinoamericana como en su tiempo logró sintetizarlo el rock en la región?
JI: Sin dudas. La identidad en la música es clave y tiene dos patas fundamentales: su tiempo y su tierra. En este caso, el factor común regional es un puente muy fuerte, sobre todo porque la música en español ha cobrado un protagonismo que antes no tenía.
T: Algunos músicos plantean que la unidad latinoamericana puede ser primero cultural o musical. ¿Estás de acuerdo?
JI: Mientras te escucho pienso que no es ideológica la unidad que puede haber. Está muy guiada por la industria, por la dictadura del algoritmo, del número, el like y el éxito. Lamentablemente no es política. Siento que es una lástima que no lo sea, no es como en los 70 cuando los muchachos escribían por un mundo mejor y se juntaban a escuchar a Silvio Rodríguez y Pablo Milanés pero en algún momento puede llegar a serlo. En lo personal, me costó escribir con la monada centroamericana porque empezábamos y ya veía al lineman levantando la banderita porque tenemos otra situación discursiva, sobre todo con el tema del feminismo. Por además con esto del número y el streaming me parece que el objetivo está corrido. Siento que la unidad se da pero no se da para lo que se daba antes, para la cultura.
T: ¿Cómo ves la escena del trap?
JI: El trap argentino tiene mucha identidad y fuerza, en España y México es lo que más miran de acá y es algo que de golpe explotó porque coincidió con un montón de situaciones generacionales pero que no tiene tanta variedad como hay en otros géneros y por eso pienso que el trap se está auto fagocitando de algún modo. Son pibitos que hacen lo que se les canta y después verán, el arte tiene la posibilidad de hacerse a lo largo del tiempo y el análisis se ve a la distancia. (Télam)