Hijos del exilio: lo que falta contar de la dictadura

Tras el regreso de la democracia, la dictadura fue historiada desde un amplio abanico de aspectos: politicos, economicos, culturales, sociales, deportivos.

Política13 de marzo de 2021 Agencia Noticias Argentina
Tras el regreso de lademocracia, la dictadura fue historiada desde un amplio abanicode aspectos: políticos, económicos, culturales, sociales, deportivos. Sin embargo, una deuda de la Historia, conmayúscula, es contar las historias, en minúscula, de loscientos de chicos que crecieron (o nacieron) en el exilio alque fueron empujados sus padres. Margarita nació en La Pampa y se crió en Suecia, país en elque nació Anahí. Guillermo tuvo su infancia entre Brasil,México, Israel y Nicaragua. Emiliano fue parido en Italia.Celia pasó su tiempo de niña en España. En Brasil nació Marinay en Holanda, Yara. Para empezar a saldar ese pasivo, aquellos niños, que hoyrondan entre los 40 y 50 años, buscan reunir la mayor cantidadde material posible de sus propias historias: la agrupaciónHijas e Hijos del Exilio (HHDE) lleva adelante la convocatoria"Cartografías de una Memoria Colectiva", para recopilar las experiencias en el extranjero. La iniciativa está dirigida no sólo a argentinos, sinotambién a todas aquellas personas que hayan vivido el exiliopolítico vinculado a las dictaduras en Sudamérica en los 60 y70 siendo niños y/o adolescentes. "El exilio es un tema medio negado, medio tabú. Es uno delos temas menos hablados, menos estudiados. Nuestros padresquedaron como en un limbo. Ahora nosotros queremos contar unpoco las historias de nuestros padres, que son similares a lasde los que fueron detenidos, desaparecidos o asesinados. Perotambién nuestra propia historia como hijos de esos exiliados",explicó a NA la referente de HHDE Violeta Burkart Noé. Fotos, videos, textos. El objetivo es un libro en el que serefleje cómo fueron las infancias de esos chicos que vivieronel exilio o incluso nacieron en ese particular momento de lavida de sus padres. "La idea es armar una publicación, pero también volcar en unformato digital todo lo que no sea seleccionado, ya querecibimos mucho material: canciones, videos documentales,experimentales, cartas, diarios de viaje..
aunque era un viajeque no se terminaba nunca", señaló la argentina nacida enMéxico y realizadora del documental "Argenmex, exiliados hijos". México. Suecia. Suiza. Italia. España. Estados Unidos.Noruega. Israel. Francia. Todo lugar en el que haya habido unafamilia sudamericana exiliada tiene parte de esa historia quese debe contar y que aspiran a recabar desde HHDE: laconvocatoria para aportar material es hasta el 20 de abrilpróximo. Uno de los aportes que llegó de otros países afectados por regímenes dictatoriales fue el de Edgardo Mattioli, un uruguayo nacido en Suecia.Hijo, nieto, hermano, sobrino y primo de exiliados, el hombre de 40 años pudo volver al país nórdico en 2018 y ubicó lugares retratados durante su infancia. Las llegadas o regresos; la escuela y los amigos; juegos,juguetes, diversiones, mascotas; los cumpleaños; los lenguajes;la familia lejana; las vacaciones; el hecho de ser "apátridas";su vínculo con las asociaciones de exiliados, que continuarondesde el exterior con las denuncias de las violaciones de losderechos humanos; sabores, colores, olores, músicas. Ésos sonalgunos de los aspectos que se pretende reconstruir, analizar einvestigar de los hijos del exilio. Como la Historia, con mayúscula, no narró sus historias, conminúscula, ellos mismos se ponen al frente de esa tarea paracontar cómo fue vivir la infancia entre dos países: uno del queno se terminaron de ir y otro al que no terminaron de llegar. PT NA
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