Formula 1-Brasil: Hamilton, en la casa del idolo

SAN PABLO, 14 NOV - El britanico Lewis Hamilton estrenara su sexta corona en la Formula 1 este domingo en Brasil, tierra del legendario tricampeon mundial Ayrton Senna, el idolo de su infancia. "Es una leyenda.

Mundo14 de noviembre de 2019 Agencia ANSA
SAN PABLO, 14 NOV - El británico Lewis Hamilton estrenará su sexta corona en la Fórmula 1 este domingo en Brasil, tierra del legendario tricampeón mundial Ayrton Senna, el ídolo de su infancia.
"Es una leyenda.
Siempre quise ser como él", admite el piloto de Mercedes que se aseguró el título por anticipado, pero no parece conformarse y tratará de igualar la próxima temporada los siete del alemán Michael Schumacher.
"Me gustaría lograrlo en 2020", admitió Hamilton, que ya superó las cinco coronas del argentino Juan Manuel Fangio, otra de las leyendas de la máxima categoría que amaba como a un hijo a Senna, cuya muerte en Imola en 1994 lo conmovió profundamente.
El "Chueco" falleció un año después sin poder superar el dolor por la muerte del brasileño que como él, como Schumacher y como tantos otros que marcaron época en la Fórmula 1, hicieron historia y hoy son leyenda.
Imposible no mencionar al austríaco Niki Lauda, tricampeón mundial que supo eludir a la muerte, que partió en mayo a los 70 años y que mantenía una estrecha relación con Hamilton en su rol de presidente honorario de Mercedes.
A Lauda le dedicó el equipo alemán el título obtenido por anticipado en el GP de Japón y por sexta temporada consecutiva en la Copa de Constructores y seguramente "se sentiría muy orgulloso", a decir de Hamilton entonces.
El británico es hoy un piloto mucho más maduro que cuando sumó su primera corona en la máxima categoría hace ya once años con McLaren-Mercedes, según él mismo admite antes de ponerse en marcha las acciones en Interlagos este viernes.
Un circuito que lo vio en lo más alto del podio sólo dos veces, en 2016 y hace un año, y en el que también Senna sólo pudo festejar en dos ocasiones a pesar de conocerlo como la palma de su mano.
Ocho temporadas debió esperar el brasileño para cantar victoria por primera vez en un GP de Brasil, pero la espera valió la pena porque lo logró con una actuación épica que inspiró y sigue inspirando a muchos pilotos y no sólo.
Fue en 1991, cuando disputó las últimas vueltas sin poder cambiar de marcha (la caja de velocidades de su McLaren se trabó en sexta) y logró cruzar la meta en primer lugar tras lo cual prácticamente se desvaneció en su habitáculo.
El esfuerzo físico límite al que se sometió y la tensión acumulada le pasaron factura y con el cuerpo dolorido logró subirse con esfuerzo al podio sin poder casi alzar el brazo para exhibir el trofeo de ganador y ofrendarlo a su público.
Un público que deliró con aquella actuación pocas veces vista y que hoy espera con ansiedad una nueva edición del GP de casa, penúltima cita del calendario en la que Hamilton irá por su undécimo triunfo.
Con 19 carreras disputadas, el británico acaparó más de la mitad de los festejos siendo además el único piloto que logró completar hasta ahora todas las vueltas de cada una de las competencias del año.
A dos del final, Hamilton va por más y afirma: Disfruto del presente y tengan por seguro que no me retiraré en breve", descartando rumores sobre un supuesto hastío y tras afirmar que sigue "amando" lo que hace.
"Odio perder, aunque hoy no tanto como cuando era joven", recuerda en diálogo con "Jornal Nacional" de la Red Globo, al afirmar también que no corre "por reconocimiento, porque no es eso lo que me impulsa".
Sí destaca que "tal vez sería más reconocido si fuese blanco" y cree que a los 34 años todavía tiene camino por recorrer y gloria por la que pelear en la Fórmula 1, donde está cerca de batir todos los record.
Si repite festejo en Interlagos, Hamilton llegará a 84 victorias y quedará a apenas siete de la marca de Schumacher, a quien ya superó en lo que hace a pole position, pues cosechó 87 contra 68 del alemán y 65 de Senna, tercero en ese rubro.
Cuatro de ellas las obtuvo este año que define como "casi perfecto" mientras palpita el futuro y anticipa que depara "una competencia mucho más cerrada entre todos los equipos y eso me entusiasma".
La referencia apunta a las nuevas reglas que entrarán en vigencia en 2021, que amenazan con transformar a la Fórmula 1 y que "achicarán las distancias porque todos partiremos desde el mismo punto", advierte.
"Me gusta la idea, así crecí corriendo en kart.
Cuando empecé yo tenía las peores máquinas, pero igual ganaba.
Cuando logré tener una mejor, todos tenían una igual", recuerda al afirmar que todo piloto lleva un ganador dentro suyo.
"Creo que todos pensamos que podemos ser el mejor.
Si uno imagina que está para ser segundo o tercero, entonces difícilmente gane", explicó antes de confesar cuál es su fórmula del éxito.
"No me faltan estímulos porque la clave es que amo lo que hago y seguiré hasta que este amor se apague.
Claro que si el amor se mantiene hasta que tenga 38 o 39 años, deberé retirarme de todos modos", aclara por si acaso.
"Ganar es lo más lindo, pero tiene un precio porque tu vida está siempre en la mira de los demás y cuando te equivocas, te lo hacen notar.
Mis errores, por suerte, me hicieron crecer y hoy siento que soy una mejor persona", finaliza.
Hamilton es el presente, pero como el tenis la Fórmula 1 también tiene su "Next Generation", y la encarnan el monegasco Charles Leclerc, de Ferrari, y el holandés Max Verstappen, de Red Bull.
"Ambos tienen condiciones para ser campeones del mundo", asegura el hombre que no está dispuesto a cederles el trono que ocupa y que, confiesa, quiere seguir ocupando.
(ANSA).
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