El escritor australiano detenido en China esta acusado de espionaje

El escritor de origen chino nacionalizado australiano Yang Hengjun fue acusado de espionaje en China, donde permanece detenido desde principios de año, confirmó hoy el gobierno de Australia, que reaccionó con preocupación y exigió su libertad.
Yang, un ex funcionario de la Cancillería china, fue detenido el pasado enero en la ciudad china de Cantón, cuando realizaba una escala de camino a Australia, y desde entonces había estado bajo una especie de "arresto domiciliario" sin que se haya revelado el lugar y sin que se le formularan cargos.
"El gobierno australiano está muy preocupado y decepcionado por la detención formal el 23 de agosto en China del ciudadano australiano y académico Dr. Yang Hengjun sospechoso de espionaje", dijo la ministra de Exteriores, Marise Payne, en un comunicado.
"El doctor Yang ha estado detenido bajo duras condiciones sin ser imputado desde hace más de siete meses. Desde entonces, China no ha explicado las razones de la detención y no ha permitido el acceso de sus abogados o visitas familiares", añadió Payne.
La jefa de la diplomacia australiana explicó que abordó el caso en dos ocasiones con su homólogo chino, Wang Yi, al que también ha escrito tres veces para expresar su preocupación sobre la salud y bienestar del académico y activista pro democracia de 53 años, así como acerca de las condiciones de su reclusión.
"Es importante, y así lo esperamos, que se cumplan los estándares básicos de justicia. Reitero respetuosamente mi petición previa de que si el Dr. Yang ha sido detenido por sus creencias políticas y por lo tanto debe ser puesto en libertad", precisó Payne.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China confirmó que Yang fue detenido el pasado día 23 y está acusado de espionaje, citó la agencia de noticias EFE.
"Se está investigando el caso. Con arreglo a la ley, sus derechos están legítima y totalmente garantizados. Su estado de salud es bueno", aseguró el portavoz de la cancillería Geng Shuang.
El portavoz aclaró a Camberra que "China es un país con Estado de derecho y Australia debería respetar con seriedad su soberanía judicial y dejar de interferir en la gestión de los casos" en el país asiático.
Yang, quien trabajaba en la Universidad de Columbia estadounidense y residía con su familia en Nueva York, se enfrenta a entre tres años de cárcel y la pena de muerte de ser hallado culpable de espionaje en China.
China cuenta con un largo historial de detenciones de disidentes, algunas de ellas mientras residían en el extranjero, para acusarlos más tarde de diferentes delitos. (Télam)