Mas de cuatro mil personas en el centenario ritual del Toreo de la Vincha en Casabindo

El pequeño poblado de Casabindo, ubicado en la Puna jujeña a 3.377 metros de altitud, celebro su fiesta patronal en honor a la Virgen de la Asuncion con la reedicion del centenario ritual del Toreo de la Vincha, con la participacion de mas de 4.

Argentina16 de agosto de 2019 Agencia Télam
El pequeño poblado de Casabindo, ubicado en la Puna jujeña a 3.377 metros de altitud, celebró su fiesta patronal en honor a la Virgen de la Asunción con la reedición del centenario ritual del Toreo de la Vincha, con la participación de más de 4.000 personas, informó hoy la cartera de Turismo provincial.
Entre los visitantes, nacionales y extranjeros, se encontraron los improvisados toreros que, como sucede año a año, se animaron al desafío de arrebatar una vincha con monedas de plata para ofrecérsela a la "mamita de los cerros".
"La fuerza cultural de esta celebración convoca una gran cantidad de turistas todos los años para vivir una festividad única en el mundo, donde emociona ver a los toreros enfrentar a los animales con tanta fe", indicó el ministro de Cultura y Turismo de Jujuy, Federico Posadas, al participar del evento.
Destacó la fe puesta en la celebración a la Pachamama y en reconocer la danza de los Samilantes y de los Cuartos, unas de las escasas expresiones prehispánicas que sobrevivió en la región andina.
La actividad, que se realiza cada 15 de agosto, comenzó con un acostumbrado acto de bienvenida y luego, alrededor de las 10 de la mañana, los feligreses fueron parte de la misa central, oficiada por el obispo de la Prelatura de Humahuaca, Pedro Olmedo.
Continuando con el ritual, y con un sol a pleno, la sagrada imagen de la Virgen fue llevada en procesión por las calles del pueblo y luego depositada en su sitial de honor en la plaza "Pedro Quipildor", que ubicada frente a la iglesia es donde culmina la celebración religiosa con el Toreo de la Vincha.
El coraje de los toreros radica en reivindicar a Pantaleón Tabarcachi, líder originario durante la conquista española, que tras emprender una rebelión fue apresado y castigado en la plaza del pueblo, donde lo obligaron a recuperar una vincha de su propiedad de los cuernos de uno de tres toros que pusieron a su alrededor.
En honor a Tabarcachi es que se entra al recinto cerrado para sacarle la vincha al toro y ofrecérsela a la Virgen, promesando y pidiendo por un mejor vivir.
"Agosto es un mes donde se vive a pleno la cultura jujeña y se puede ver el valor que tiene esto para los visitantes que eligen Jujuy como su destino", resumió Posadas al destacar finalmente el "buen" nivel de ocupación en la provincia y "cómo la cultura y el turismo se unen y mantienen vigentes las costumbres". (Télam)
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