Una charla sobre La protesta amenazada en la previa de las Pussy Riot

Nadya Tolokonnikova, una de las fundadoras del colectivo feminista Pussy Riot, el docente villero Daniel Sandoval y Paula Litvachky, directora del area de Justicia y Seguridad del Centro de Estudios Legales y Sociales participaron ayer, en la

D-Interés15 de abril de 2019 Agencia Télam
Nadya Tolokonnikova, una de las fundadoras del colectivo feminista Pussy Riot, el docente villero Daniel Sandoval y Paula Litvachky, directora del área de Justicia y Seguridad del Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels) participaron ayer, en la previa del recital de las rusas en la disco Niceto, de la mesa de debate “La protesta amenazada”, que apuntó a reflexionar sobre protesta social y represión.
“Cuando empezamos Pussy Riot éramos tres chicas y cuando tenés poca gente y una idea radical es el momento de usar el punk, pero si son millones de personas no es necesario recurrir al arte. Estoy asombrada por este grupo feminista porque es lo más grande que vi en mi vida, estoy acá para que ustedes me inspiren”, manifestó Tolokonnikova.
La reflexión llegó luego de que la moderadora María Florencia Alcaraz le contara que el 28 de mayo se presentará nuevamente el proyecto de ley por la interrupción legal del embarazo y le pidiera consejos para alguna intervención pública.
Pero el tema central de la entrevista pública era la represión estatal en las protestas y las polémica por las “armas menos letales” que maneja el aparato represivo del Estado.
La artista feminista, de 29 años, compartió una de las tantas anécdotas que guarda de todos sus años de activismo: “Cuando estuve en prisión, con mi abogado empezamos una guerra contra el sistema. Hice una huelga de hambre y mi abogado enviaba cartas sin parar. Todo parecía destructivo e inútil porque estábamos denunciando a una persona que generaba trabajo esclavo dentro de la prisión, pero en los últimos años salió a la luz. No hay que esperar resultados inmediatos y hay que organizarse”.
Y en la misma línea, repasó los dos años en prisión tras dar un concierto dentro de la Catedral del Cristo Salvador en Moscú, en el año 2012: “Cuando hablamos del abuso de la policía también debemos pensarlo sobre la intimidación que sufrimos en los días posteriores. En la cárcel pasamos los días más terroríficos de nuestras vidas”.
Sandoval, por su parte, recibió 22 balas de goma el 18 de diciembre de 2017 durante una movilización al Congreso contra la reforma previsional, y por una de ellas perdió la visión de su ojo derecho.
“Lo primero que hice cuando me levanté de la cama fue ir a una movilización. Vivimos en un sistema que se basa en la explotación del hombre. La solución tiene que ser de fondo, no podemos tolerar que haya gente que se muera de hambre. La lucha es en las calles y mientras se pueda arrancarle algo al sistema, hay que hacerlo”, enfatizó el docente.
Mientras Tolokonnikova encuentra entre sus estrategias caricaturizar a la gente que le tiene miedo y reírse de ello, Sandoval afirmó que después del dolor que sintió por todo por lo que tuvo que pasar perdió "el miedo, y comparto que la clave es también estar organizado, porque te da la posibilidad de luchar con gente que quiere cambiar las cosas de raíz”.
El vínculo entre la Pussy Riot y Sandoval surge a partir del proyecto Unhealed Wounds (Heridas sin sanar), desarrollado por International Network of Civil Liberties Organizations (Red Internacional de Organizaciones de Libertades Civiles) que integra el Cels y que reúne historias de personas heridas durante protestas sociales que dan cuenta de la intolerancia de los Estados y de la falta de dispositivos para proteger a quienes se manifiestan. (Télam)
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