Los países de América Latina y del Caribe acordaron hoy, en la ciudad suiza de Ginebra, avanzar hacia una nueva estrategia regional para dar soluciones a los desafíos humanitarios y de protección de las personas refugiadas, apátridas y desplazadas.

Fue en el marco del segundo Foro Mundial sobre los Refugiados, que lideró la troika conformada por Chile, Brasil y Colombia y que sirvió además para celebrar el 40º aniversario de la Declaración de Cartagena sobre los Refugiados.

Según un comunicado de Acnur, durante el encuentro conmemorativo, los países de la región se comprometieron a establecer una hoja de ruta para fortalecer, durante la próxima década, “la respuesta humanitaria a estas poblaciones en países de origen, tránsito y destino”.

Habrá, durante todo 2024, un periodo de consultas para adoptar un nuevo plan de acción bajo la conducción de Chile y con participación de gobiernos, organismos internacionales, sociedad civil, comunidades locales, sector privado e instituciones financieras y de desarrollo, además de personas refugiadas, desplazadas y apátridas.

“Es un honor para Chile ofrecer su liderazgo para el Proceso de Cartagena+40 el 2024, con miras a la adopción de una nueva muestra del compromiso regional frente a la protección, las soluciones duraderas y ahora también para quienes podrán ser desplazados por desastres”, expresó el canciller chileno, Alberto Van Kaveren.

Adoptada en 1984, la Declaración de Cartagena marcó un hito en la tradición de solidaridad, asilo y cooperación en las Américas, porque amplió la definición de persona refugiada, e inauguró el Proceso de Cartagena, un espacio de reflexión regional que permite de adaptar la coordinación para respuesta concretas, pragmáticas y efectivas a las dinámicas y necesidades cambiantes en el tiempo.

Sobre el peso del Proceso de Cartagena, el subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, Joel Hernández García, resaltó que “se ha consolidado como un marco regional progresista y de vanguardia que, a lo largo de cuatro décadas, fue brújula para América Latina y el Caribe en materia de protección internacional”.

Cada diez años, los países de América Latina y el Caribe se unen para adoptar un plan de acción que orientará su respuesta humanitaria para la siguiente década.

Durante la reunión de hoy, Brasil presentó el informe final de implementación del Plan de Acción de Brasil de 2014, que guió la región en años de cambios radicales en la magnitud de los desplazamientos.

El informe, según Acnur, identificó avances concretos en el fortalecimiento de los sistemas de refugio, las políticas de integración socioeconómica, y la prevención y la erradicación de la apatridia, y en el marco de la cooperación regional.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados, Filippo Grandi, resaltó en su intervención que la región debe sentirse orgullosa por el carácter pionero y ejemplar del Proceso de Cartagena, que consideró “una fuente de inspiración para la adopción de nuevas respuestas acordes con los desafíos presentes y con una mirada hacia al futuro”.

El compromiso de los países en adoptar una nueva Declaración y Plan de Acción en 2024 fue anunciado por Colombia, que coauspicia el Segundo Foro Mundial sobre Refugiados, como una contribución significativa de América Latina y el Caribe al II Foro Mundial sobre los Refugiados, que será inaugurado mañana en Ginebra.

“Creemos que este compromiso, de carácter eminentemente humanitario y apolítico, aborda los diversos desafíos de nuestros pueblos y se basa en la solidaridad y la responsabilidad compartida. Esto nos consolida como una sola región de acogida y protección, y será sin dudas un nuevo ejemplo a nivel global de cooperación y articulación”, afirmó la vicepresidenta colombiana, Francia Márquez. (Télam)