Agencias de la ONU solicitaron hoy 1.590 millones de dólares para prestar ayuda a cuatro millones de personas refugiadas y migrantes de Venezuela y a miembros de sus comunidades de acogida en América Latina durante 2024.

La cifra se desprende de un documento de la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V), encabezada por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y advierte que, al día de hoy, sigue siendo necesaria la ayuda humanitaria o algún tipo de medida de protección, informa la agencia de noticias Europa Press.

Más del 60% de las personas que se vieron obligadas a abandonar Venezuela lograron regularizar su situación, pero una de cada tres sigue sin contar con un estatus estable o con la documentación necesaria que les permite en última instancia optar a empleos dignos, servicios de salud, vivienda o educación.

El representante especial conjunto de la OIM y ACNUR a esta emergencia, Eduardo Stein, resaltó que "los países de la región han hecho un excelente trabajo acogiendo a las personas refugiadas y migrantes", pero admitió también que "sus capacidades están al límite" y que tienen dificultades para gestionar cuestiones como la resolución de las solicitudes de asilo o la regularización.

Por ello, consideró que "se necesita un esfuerzo financiero significativo, predecible y a largo plazo para garantizar que las personas venezolanas accedan a servicios básicos, empleo formal, salud y educación", de tal manera que "se integren de manera efectiva y contribuyan a los países que las acogen".

Un año después del lanzamiento del plan de respuesta de la ONU, apenas se ha recibido el 20% de los fondos requeridos.

Una atención adecuada de los migrantes facilita también que no se vean obligados a embarcarse en peligrosos viajes como el que les lleva a cruzar el conocido como Tapón del Darién, una zona selvática entre Colombia y Panamá que implica graves peligros.

La ONU también detectó casos de expulsiones y deportaciones de venezolanos por parte de algunos países.

"En medio de una crisis mundial y regional del costo de vida, las personas venezolanas corren un mayor riesgo de ser víctimas de abusos como la trata y tráfico de personas, el reclutamiento forzado y la violencia de género", detalla un documento de Acnur.

Adicionalmente, el informe revela que aproximadamente el 19% de las niñas y los niños refugiados y migrantes no asisten a la escuela, y en su lugar apoyan a sus familias con trabajos informales y mal pagados para llegar a fin de mes. (Télam)