El Congreso de El Salvador aprobó en las últimas horas la licencia solicitada por el presidente, Nayib Bukele, para lanzarse a su campaña por la reelección en los comicios de febrero y será reemplazado por la secretaria de la Presidencia, Claudia Rodríguez de Guevara.
La licencia fue aprobada a última hora de ayer con 67 votos a favor y 12 en contra, en un Congreso de amplia mayoría oficialista, informó la agencia de noticias AFP.
La propuesta de que su reemplazante sea Rodríguez de Guevara, una administradora de empresas de 42 años que trabaja con él desde hace una década cuando era alcalde, también recibió el visto bueno del Congreso, con 67 votos a favor del bloque oficialista.
"Queda como designada por el presidente Nayib Armando Bukele Ortez, y aprobada por esta Asamblea Legislativa, la ciudadana Claudia Rodríguez de Guevara", dijo tras la votación el presidente del Congreso, el oficialista Ernesto Castro.
Rodríguez de Guerava fue gerente financiera de la alcaldía de Nuevo Cuscatlán, bajo el alcalde Bukele (2012-2015), y será la primera presidenta mujer del país.
En septiembre de 2021, la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, mediante una interpretación de la Constitución, habilitó a Bukele para buscar la reelección, lo que generó polémica entre sectores de oposición que consideran el fallo "inconstitucional".
Durante su licencia, Bukele "no podrá ejercer la función de toma de decisiones como la conducción política y administrativa del aparato estatal, monopolio del uso de la fuerza estatal", según el proyecto aprobado por el Congreso.
Tampoco podrá tener participación en los procesos de "formación de ley", lo cual será tarea a su reemplazante.
En la sesión hablaron varios diputados oficialistas elogiando los logros de Bukele, que tiene alta popularidad en el país por su cruzada contra las temidas pandillas, pero también hubo críticas de opositores.
"No se puede dar una licencia para algo inconstitucional", cuestionó la diputada derechista Claudia Ortiz del partido Vamos.
Mientras los diputados debatían sobre la licencia, Bukele asistía al que sería su último acto oficial como presidente en funciones: la colocación de la primera piedra del futuro Estadio Nacional en la periferia de San Salvador, que será donado por China.
Su construcción demorará tres años y costará 100 millones de dólares, según el presidente. El estadio ocupará el espacio de la escuela militar, que será edificada en otro lugar.
Bukele, que a lo largo de su gestión ha preferido hacer sus actos de noche, asistió junto al embajador de China, Zhang Yanhui, quien dijo que la donación del estadio es "para contribuir en la modernización de El Salvador".
Hace dos semanas, fue inaugurada una moderna biblioteca donada por China en el centro de la capital salvadoreña, que costó 54 millones de dólares, otra señal de la creciente presencia china en Centroamérica, lo que preocupa a Estados Unidos.
La popularidad de Bukele creció desde marzo de 2022 cuando declaró una guerra contra las temidas pandillas que mantenían control territorial y se financiaban con extorsiones, tras lo cual el país recuperó la tranquilidad.
Amparadas en un régimen de excepción que permite arrestos sin orden judicial y que es criticado por organismos de derechos humanos, las autoridades han encarcelado a más de 73.000 presuntos pandilleros, pero unos 7.000 inocentes fueron liberados.
Con habilidad para comunicar sus ideas, el mandatario de 42 años ha roto esquemas de la política tradicional, de la misma forma en que ahora busca reelegirse.
El martes, en un mensaje en cadena de radio y televisión, Bukele dijo que el 4 de febrero será el pueblo salvadoreño el que va a decidir si le reelige junto al vicepresidente Félix Ulloa para un segundo mandato. (Télam)