El Senado del estado norteamericano de Indiana aprobó hoy una nueva ley de aborto que prohíbe cualquier interrupción del embarazo excepto en casos de violación, incesto o riesgo para la madre, en medio del impulso conservador para restringir el acceso a la IVE a lo largo del país tras la decisión del mes pasado de la Corte Suprema que revocó este derecho a nivel federal.
La norma fue aprobada por 26 votos contra 20, el mínimo para que avance a la Cámara de Representantes del estado para su ratificación, donde la única duda será si los que la defienden logran convencer a los republicanos, que la consideran demasiado laxa.
La semana pasada, 18 senadores republicanos del estado votaron a favor de eliminar las excepciones de la violación y el incesto, aunque finalmente no lograron los apoyos necesarios, informó la agencia Europa Press.
La norma que avanzó, en cambio, incluye estas excepciones, que se aplican en las 12 primeras semanas de gestación para niñas de 15 años o menores y a las ocho primeras semanas de gestación para mayores de 15 años.
"En la historia de Indiana este será un mal día", dijo la senadora demócrata Jean Breaux. "Hay algunos en esta cámara que se alegran de lo que estamos haciendo hoy. Yo, sin embargo, inclino la cabeza con vergüenza y dolor y rezo para que esta política regresiva y cruel no se convierta en ley en Indiana", apuntó, según el diario Indianapolis Star.
Si se aprueba la legislación, Indiana será uno de los primeros estados en aprobar restricciones al aborto después de que la Corte Suprema derogara el 24 de junio la sentencia Roe vs. Wade de 1973, que desde entonces consagraba el derecho al aborto a nivel federal.
Anticipándose a esta decisión, 13 estados habían adoptado leyes para prohibir automáticamente los abortos en su territorio una vez que saliera el dictamen del alto tribunal.
Se espera que la mitad de los estados, especialmente los conservadores del sur y el centro de Estados Unidos, prohíban el aborto.
La decisión de la Corte Suprema, que fue posible gracias al nombramiento de tres jueces conservadores durante el gobierno de Donald Trump, fue criticada por gran parte de la comunidad internacional, incluidos organismos de derechos humanos y Naciones Unidas.
Es además resistida por los demócratas del presidente Joe Biden, que a principios de julio firmó un decreto con una serie de medidas para proteger al aborto y llamó a los electores a votar masivamente en las próximas elecciones legislativas de medio mandato en noviembre para combatir las iniciativas "extremistas".
El día que se conoció el fallo, Biden ya lo había calificado de "trágico error" y había anunciado medidas regulatorias sobre el acceso a las píldoras abortivas y sobre el derecho de las mujeres a viajar a otros estados si desean abortar. (Télam)