El presidente Alberto Fernández, funcionarios, referentes de derechos humanos y militantes conmemoraron hoy un nuevo aniversario de la desaparición del "grupo de los 12" de la Iglesia de la Santa Cruz, entre ellas tres fundadoras de esa organización, secuestradas en 1977 por la dictadura militar tras la infiltración del represor Alfredo Astiz, bajo la falsa identidad de Gustavo Niño.
"Es importantísimo recordar siempre para que la memoria esté presente y eso está a cargo de nosotras, que estamos quedando pocas, cada vez más pocas. Pero estamos tranquilas porque esa posta la estamos pasando de a poquito a esa juventud vital", dijo la Madre de Línea Fundadora Taty Almeida mientras llegaba el Presidente.
Los asistentes se congregaron bajo la consigna "Pisamos las calles nuevamente para recuperar la Patria Igualitaria, Libre y Soberana por la que lucharon nuestras y nuestros 30.000. Memoria, Verdad y Justicia".
Angela "Lita" Paolín de Boitano invocó al papa Francisco "como intermediario con Jesús" para que "ayude a poner un gol de Messi, para que al Gobierno le vaya cada vez mejor", y convocó
al acto del próximo viernes.
En la Iglesia de la Santa Cruz de San Cristóbal fueron secuestradas las fundadoras de las Madres Azucena Villaflor, María Ponce de Bianco y Esther Ballestrino de Careaga, además de otras nueve personas entre las que se encontraban las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet.
La mayoría de los asistentes al homenaje se sentó en varias filas de sillas emplazadas en la calle Estados Unidos al 3100, donde estuvo montado el escenario, mientras los más jóvenes permanecieron detrás de las gradas, sobre las veredas.
Un largo aplauso generó la lectura del saludo que publicó la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, igual que los del cura de Acción por los Pobres Eduardo de la Serna, y los de los Palotinos por la Memoria, la Verdad y la Justicia.
También hubo uno momento para homenajear a las integrantes de Madres y a otros militantes por los derechos humanos que fallecieron durante 2021, y reiterados agradecimientos, entre ellos el de Almeida al ministro de Cultura, Tristán Bauer, quien colaboró con el acto.
En primera fila, junto a las Madres, estuvieron el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla; el senador nacional Oscar Parrilli, el ministro de Defensa, Jorge Taiana; el exdiputado e intelectual Eduardo Jozami; y el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, hijo de desaparecidos, recibido con aplausos y pedidos de fotos, mientras coreaban su apodo.
Desde Jujuy se conectó vía Zoom la dirigente de la agrupación Tupac Amaru Milagro Sala, quien fue distinguida por su trayectoria de lucha y promoción de los derechos humanos, distinción que
agradeció y ponderó porque dijo darle "más fuerza" para continuar.
También fueron distinguidos Susana Reyes, Franco Márcico y Esteban Mango.
Alberto Fernández llegó minutos antes de la lectura del documento final elaborado por las Madres y organismos de derechos humanos y se sentó en primera fila junto a las Madres.
Luego del discurso del mandatario, en el que descartó la teoría de los "dos demonios" que se utiliza para justificar el terrorismo de Estado, se nombraron a los desaparecidos entre el 8 y el 10 de diciembre de 1977, pero también se dejó espacio a que el público nombre a otras víctimas del terrorismo de Estado.
Para finalizar, las Madres y el Presidente acercaron flores al memorial de las víctimas que está emplazado en la misma iglesia.
Durante el acto también recibieron el agradecimiento de parte de los organizadores, el Procurador del Tesoro, Carlos Zannini; el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, el ministro de Justicia de la Nación, Martín Soria, y la dirigente Magdalena Odarda, entre otros. Los diputados nacionales Leandro Santoro y Eduardo Valdés, que llegaron al mismo tiempo que Fernández, también fueron aplaudidos.
Además de funcionarios nacionales, estuvieron el cantante Negro Andante y la Orquesta Criolla con el grupo de danza La Popular de la Universidad Nacional del Arte, quienes reivindicaron ser parte de la "universidad pública, no arancelada" y fueron los encargados de hacer que el público se levante de sus sillas al ritmo de canciones de Charly García y La Bersuit entre otros, mientras diez bailarines bajaban del escenario y entregaron pañuelos de colores para que los agiten los presentes. El número final estuvo a cargo de Peteco Carabajal.
(Télam)