El argentino Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), lamentó hoy la "falta de acuerdo" con Irán en un momento en que la expansión de su programa nuclear tiene en vilo a la comunidad internacional.
"Las conversaciones fueron constructivas pero no logramos un acuerdo pese a todos mis esfuerzos", dijo Grossi a los periodistas a su vuelta de Teherán.
Después de varias semanas de un "silencio" que el responsable calificó de "sorprendente", el diplomático esperaba lograr algún progreso en algún tema complicado.
"Pero claramente no, no hemos podido avanzar", reiteró.
El OIEA está preocupado por la restricción de las inspecciones desde el pasado febrero por parte del gobierno iraní, que "dificulta seriamente" las tareas de verificación, según un informe reciente.
Otro tema en suspenso es la situación de cuatro lugares no declarados donde se han registrado materiales nucleares.
También perturba el trato que se reserva a los inspectores de la OIEA, ya que algunos han sido sometidos a "registros excesivamente invasivos por parte de los agentes de seguridad" iraníes, según la Organización.
Cada país se compromete por ley a "proteger a los agentes de cualquier intimidación", dijo Grossi.
"Pero nuestros colegas iraníes, argumentando razones de seguridad, pusieron en marcha una serie de medidas que son claramente incompatibles con esto", agregó.
"El tema salió a relucir y espero que no se vuelvan a producir este tipo de incidentes", confió.
Entre otros altos responsables en Teherán, Grossi se reunió con Mohammad Eslami, que dirige la Organización Iraní de Energía Atómica, reseñó la agencia de noticias AFP.
Grossi admitió que, en vista de cómo habían transcurrido las conversaciones, decidió anular la rueda de prensa prevista en el aeropuerto de Viena ayer, a su regreso de Irán.
"Nos estamos acercando al punto en que no podré garantizar más el conocimiento sobre el estado del programa nuclear iraní", alertó el argentino.
La visita de Grossi se produce una semana antes de que se reanuden en Viena, Austria, sede de la OIEA, las negociaciones para salvar el acuerdo internacional sobre este programa nuclear iraní, que están suspendidas desde junio.
El acuerdo, concluido en 2015 entre Irán por una parte y Estados Unidos, Reino Unido, China, Rusia, Francia y Alemania por otra, implicó el levantamiento a Teherán de algunas de las sanciones internacionales que asfixiaban su economía.
Esto, a cambio de reducir drásticamente su programa nuclear, que fue puesto bajo el estricto control de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Pero Estados Unidos abandonó unilateralmente el pacto en 2018 bajo la presidencia de Donald Trump y reimpuso sus sanciones.
En respuesta, Irán ha ido abandonando paulatinamente sus compromisos asumidos para limitar el enriquecimiento de uranio. (Télam)