(Por Gonzalo Torres, especial para Télam) Mañana tendrá lugar la segunda jornada de audiencias del juicio oral por la Masacre de Napalpí, primer proceso por crímenes de lesa humanidad contra comunidades originarias en nuestro país, que se desarrolla en Resistencia, Chaco.
Enmarcado en la figura de "juicios por la verdad", busca exponer lo sucedido en 1924, cuando cerca de 400 trabajadores algodoneros aborígenes y algunos criollos fueron fusilados por pedir mejores condiciones laborales.
El inicio de la audiencia está previsto para las 8 y se realizará en la Casa de las Culturas, ubicada en el centro de la capital chaqueña.
Se prevé que mañana se proyectarán entrevistas realizadas a las sobrevivientes Melitona Enríquez y Rosa Chará, además de tomar el testimonio de investigadores del Nordeste respecto del funcionamiento de la reducción Napalpí y el contexto histórico de esta masacre.
En tanto, el miércoles la causa retomará actividad, con más declaraciones de testigos de contexto.
El juicio oral comenzó el pasado 19 de abril, Día de la reafirmación de los derechos de Pueblos Originarios, y tiene como objetivo establecer la verdad histórica y establecer una reparación para familiares de las víctimas y a sobrevivientes de la masacre de 1924.
Como los responsables de aquel hecho están fallecidos, el juicio no tendrá imputados, lo que tiene como antecedente directo los juicios realizados en los años '90 para investigar el destino final de víctimas de desaparición forzada por parte del terrorismo de Estado, cuando no podía avanzarse en la sanción penal a causa del "cerrojo judicial" que constituían las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, y los indultos.
La Secretaría de Derechos Humanos y Géneros de Chaco, representada por el abogado Duilio Ramírez, se constituyó como una de las querellas, acompañada por la querella del Instituto del Aborigen Chaqueño, representado por el abogado Miguel Núñez.
En tanto, la acusación del Ministerio Público Fiscal está a cargo de la Unidad Federal de Derechos Humanos que integran los fiscales Federico Carniel y Diego Vigay.
El 19 de julio de 1924 agentes de la Policía del Chaco y de la Gendarmería produjeron una salvaje matanza (llamada luego "Masacre de Napalpí") contra un grupo de trabajadores del algodón de las etnias aborígenes Moqoit, Qom, Shinpi y algunos criollos residentes en la zona, quienes realizaban una huelga pacífica en la reducción de Napalpí, a 120 kilómetros de Resistencia, cerca de lo que hoy se conoce como Colonia Aborigen.
Se calcula que hubo unas 400 víctimas producto de la balacera que duró casi una hora, en la cual intervinieron policías, gendarmes y colonos, quienes dispararon más de 5 mil balas sobre la población desarmada.
Los responsables políticos de la Masacre de Napalpí fueron el Gobernador del territorio (Chaco todavía no era provincia), Fernando Centeno; el comisario de Resistencia, Sáenz Loza, y su lugarteniente, el comisario de Quitilipi, José B. Machado.
Además, el presidente del Aero Club Chaco, doctor Agustín Cabal (h), facilitó el avión utilizado en el ataque.
Al momento de los hechos, el dirigente radical Marcelo Torcuato de Alvear ejercía la Presidencia de la Nación.
En 2014, la Unidad Fiscal de Derechos Humanos inició una investigación sobre la Masacre de Napalpí y en 2021 se presentó un pedido formal ante el Juzgado Federal N°1 para la realización de este juicio.
La jueza Zunilda Niremperger resolvió catalogar los crímenes como de lesa humanidad y, por ello, imprescriptibles, y ordenó la realización del proceso.
En julio de 2021, la zona en la que ocurrieron los crímenes fue señalizada por la Secretaría de Derechos Humanos como sitio histórico.
El 16 de enero de 2008, el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, realizó un pedido formal de perdón a los pueblos originarios por la matanza.
En aquella jornada, en la que Capitanich se dirigió a los familiares de las víctimas en nombre del Estado provincial, cumplía 107 años Melitona Enrique, una de las sobrevivientes. (Télam)