El último presidente blanco de Sudáfrica, Frederik de Klerk, quien falleció la semana pasada, será incinerado en un funeral privado el 21 de noviembre, informó hoy su fundación.
De Klerk, que contribuyó con el regreso a la democracia, pero que nunca asumió plenamente en vida los horrores del apartheid, murió el jueves pasado a los 85 años de cáncer.
En un comunicado, la Fundación FW de Klerk dijo que deseaba "anunciar que la cremación y el funeral de FW de Klerk tendrán lugar el domingo 21 de noviembre".
La ceremonia será privada y no estará abierta a los medios de comunicación, agregó el comunicado, informó la agencia de noticias AFP.
Figura polémica en Sudáfrica, muchos lo acusaron de violencia contra la mayoría negra del país y contra activistas opuestos al apartheid durante sus años como presidente.
Algunos blancos, por su parte, lo consideraron un traidor por sus esfuerzos para terminar con el denostado sistema de segregación racial.
De Klerk, último presidente de la era del apartheid de Sudáfrica y del dominio de la minoría blanca, liberó en 1990 al ícono de la lucha contra el racismo Nelson Mandela.
Esta decisión lanzó el proceso de transición que dio lugar cuatro años más tarde a las primeras elecciones multirraciales en la historia del país, ganadas por Mandela.
Los dos hombres recibieron de manera conjunta el Premio Nobel en 1993 por "sus esfuerzos tendientes a la desaparición pacífica del régimen del apartheid y al establecimiento de una nueva Sudáfrica democrática". (Télam)