La Agencia de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA) advirtió hoy que al menos 623.000 personas se vieron afectadas por inundaciones masivas en Sudán del Sur, una situación agravada por la violencia en el país, indicó la agencia.
Según OCHA, las lluvias torrenciales desbordaron ríos e inundaron casas y granjas en ocho de los diez estados del país y los socorristas debieron usan canoas y botes para llegar a poblaciones aisladas.
Dos tercios de las personas de las zonas afectadas están en riesgo de hambruna porque los precios de los alimentos subieron un 15% desde agosto, agregó la agencia de la ONU, y añadió que “colegios, casas, infraestructuras sanitarias y fuentes de agua están inundadas, lo que afecta al acceso de la población a los servicios básicos".
Algunas familias pudieron huir de sus casas hacia la capital, Juba, y otras se hallan en refugios improvisados a lo largo de las carreteras con las pocas posesiones que pudieron salvar.
En algunas zonas del país, la violencia entre comunidades obligó a decenas de miles de personas a abandonar sus hogares, lo que complica los esfuerzos de socorristas para ayudar a los habitantes, informó la agencia AFP.
El año pasado, inundaciones récord afectaron a unas 700.000 personas en el país más joven del mundo, independiente desde 2011.
De ellas, 100.000 no pudieron regresar a sus lugares de origen, según OCHA.
El mes pasado, la Agencia de Asuntos Humanitarios de la ONU alertó de dificultades financieras y afirmó que solo recibió el 54% de los 1.700 millones de dólares (1.450 millones de euros) necesarios para financiar programas en el país.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas anunció, a mediados de septiembre, que debieron suspender la ayuda alimentaria a 100.000 personas por carencia de fondos.
Más del 82% de los 11 millones de habitantes de Sudán del Sur viven bajo la línea de pobreza, según el Banco Mundial, y 60% de su población sufre hambre debido a los conflictos, sequías e inundaciones. (Télam)