El presidente de México, Andrés López Obrador, suspendió hoy un acto público en el centro del país, donde rendía un balance de las ayudas del gobierno a los damnificados por el huracán Grace, luego de que decenas de ciudadanos de Puebla, Tlaxcala, Veracruz e Hidalgo denunciaran que no habían sido censados tras la inclemencia climática.
Es el segundo incidente en el que se ve envuelto López Obrador desde el pasado 27 de agosto, cuando un grupo de maestros impidió el avance de su caravana durante cerca de dos horas en el estado de Chiapas, en el sur del país.
La interrupción de quienes no habían sido censados se produjo en un recinto ferial de Huauchinango, en el estado Puebla, donde el presidente y varios ministros presentaban un balance de las ayudas del gobierno a los damnificados por el huracán Grace, que dejó 11 muertos en el país entre el 21 y el 22 de agosto.
Unas 300 personas lograron pasar los cuatro filtros de seguridad e ingresaron a la fuerza al auditorio del recinto ferial, mientras decenas de personas permanecían en las afueras del edificio, detrás de unas vallas metálicas, y lanzaron consignas que por momentos hicieron inaudible el discurso del mandatario.
Al ver la manifestación, López Obrador denunció que organizaciones sociales estaban acostumbradas a recibir ayuda de manera directa y que la repartían a discreción.
“Hay disconformidad porque organizaciones sociales, como Antorcha Campesina, estaban acostumbradas a que se les entregará el apoyo de manera directa y ellos eran los que repartían o entregaban y no era justo, siempre se quedaban los líderes con los apoyos, ahora no será así, aunque haya gritos y sombrerazos, ahora será casa por casa y de manera directa", afirmó, citado por el diario El Universal.
“También es importante decir que con el censo se entrega de manera directa y de manera rápida, sin demora, aquí en el caso Huauchinango y de esta región y de Puebla”, agregó.
López Obrador puso fin a su intervención y dejó encargados a dos ministros de atender los reclamos, bajo el argumento de que debía continuar su recorrido en Tlaxcala.
Si bien el hecho no pasó a mayor y la participación del presidente se selló con aplausos de los manifestantes, puso nuevamente en cuestión el dispositivo de seguridad del mandatario en un país azotado por la violencia de los carteles del narcotráfico. (Télam)