La justicia rusa calificó hoy como "extremistas" a las organizaciones anticorrupción y oficinas de Alexéi Navalni, una medida que permite su liquidación y aumentar la represión contra los partidarios del opositor encarcelado antes de las elecciones de septiembre, quien dijo que "no retrocederá" al conocer la sentencia, que fue repudiada de inmediato por Estados Unidos.
"Queda demostrado que esas organizaciones no solamente difundían voluntariamente informaciones que incitaban al odio y a la hostilidad hacia los representantes del poder, sino que además cometían crímenes y delitos extremistas", declaró a la prensa un representante de la fiscalía, Alexéi Jafiarov, tras la decisión judicial.
La sentencia tiene como objetivo principalmente el Fondo de lucha contra la Corrupción (FBK), una organización que ha presentado investigaciones sobre el estilo de vida y la corrupción de la élite rusa.
Además, apunta a las oficinas regionales de Navalni, que convocan manifestaciones y organizan campañas electorales.
La audiencia judicial duró más de 12 horas, según los abogados del equipo Komanda 29, que defendía en particular al FBK y que anunció que apelará.
Al conocer la sentencia, Navalni prometió en su cuenta de Instragam que "nos arreglaremos, evolucionaremos, nos adaptaremos, pero no vamos a retroceder en nuestros objetivos e ideas.
También Estados Unidos reaccionó tras la sentencia y denunció que la prohibición impuesta por un tribunal ruso a los grupos afiliados a Alexéi Navalny es un ataque a los derechos fundamentales y exigió la liberación del opositor encarcelado.
"Instamos a Rusia a que deje de abusar de las designaciones de 'extremismo' para atacar a organizaciones no violentas, a que ponga fin a su represión contra el señor Navalny y sus partidarios y a que cumpla con sus obligaciones internacionales de respetar y garantizar los derechos humanos y las libertades fundamentales", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, en un comunicado. (Télam)