La provincia de Corrientes extendió hoy las restricciones por la emergencia sanitaria de coronavirus, aunque habilitó el retorno a las clases presenciales en las comunas que permanezcan en fase 5, así como la actividad en los gimnasios, según anunció el gobernador, Gustavo Valdés.
Valdés, a través de una serie de tuits publicados en la red social, comunicó hoy que durante la semana que se inicia se extenderán las medidas de restricción a la circulación debido a la segunda ola de coronavirus que afecta a la provincia de Corrientes.
En las localidades que permanecen en fases 2, Goya y Mercedes, así como en las 15 comunas que se encuentran en fase 3 -incluida la capital- no habrá clases presenciales, pero sí podrán abrir los gimnasios, a criterio de cada intendente.
El resto de las medidas fue prorrogada por segunda vez, con lo cual la provincia sumará tres semanas con restricciones preventivas, como la prohibición de reuniones sociales y familiares y la circulación, de 0 a 7.
También fue prorrogado el asueto en la administración pública y la prohibición de realizar deportes grupales, al igual que las celebraciones de cultos en espacios cerrados.
Los bares y restaurantes podrán funcionar solo al aire libre hasta las 0, en tanto que el comercio en general debe ajustar sus cierres a las 21 en forma obligatoria.
Aunque permanece en fase 3 por el impacto de los contagios de coronavirus, la municipalidad de la capital, a cargo de Eduardo Tassano, habilitó los centros culturales y gimnasios, según se confirmó hoy.
Así, en la capital se permitirá la actividad en esos establecimientos, tanto como las prácticas deportivas individuales al aire libre, pero continúan restringidos los espectáculos.
En Corrientes se confirmaron hoy seis muertes y 637 nuevos casos de covid-19 registrados en las últimas 24 horas, con lo cual la provincia acumula 5.054 activos y un total de 879 fallecimientos desde que se declaró la pandemia.
La provincia recibió un total de 425.405 dosis de las vacunas contra la Covid-19, de las cuales aplicó 328.289, en el marco de un plan que cubrió a la población desde los 40 años, pacientes oncológicos, personas inmunodeprimidas, con obesidad, trasplantadas, personal de salud, de educación y de seguridad.
(Télam)