El periodista bielorruso Roman Protasevich, detenido el 23 de mayo luego de que el avión en que viajaba fue obligado a aterrizar en Minsk, se declaró responsable de haber llamado a protestas contra el gobierno de su país y elogió al presidente Alexander Lukashenko, en una entrevista televisada que su familia considera realizada bajo amenazas.
Protasevich, de 26 años, aparecía incómodo en la nota, según la agencia AFP, que reseñó que admitió haber convocado a protestas el año pasado, elogió a Lukashenko y terminó la entrevista -televisada por el canal estatal ONT- llorando y con su cara cubierta con sus manos.
Para Dmitry Protasevich, padre del periodista, el video fue el resultado de "abusos, torturas y amenazas". "Conozco muy bien a mi hijo y creo que nunca diría esas cosas", declaró a la agencia francesa.
En la misma tónica, Protasevich padre dio por hecho que a su hijo "lo quebraron y lo obligaron a decir lo que necesitaban".
El periodista detenido es cofundador y editor del canal opositor Nexta, que impulsó las protestas antigubernamentales.
Las autoridades bielorrusas lo acusan de organizar protestas masivas, un cargo por el que se arriesga a 15 años de prisión.
Frank Viacorka, consejero de la opositora bielorrusa Svetlana Tikhanovskaya, dijo que le resultó "doloroso ver las 'confesiones'" de Protasevich, a quien consideró un "rehén del régimen".
El periodista opositor y su novia rusa, Sofia Sapega, de 23 años, fueron detenidos en Minsk el 23 de mayo luego de que el gobierno despachó un avión militar para desviar el vuelo de la aerolínea Ryanair que cubría una ruta entre Grecia y Lituania.
Los acusaron de ayudar a coordinar las históricas manifestaciones que estallaron luego de la cuestionada reelección de Lukashenko en agosto de 2020.
Inmediatamente después del arresto, Protasevich y Sapega aparecieron en videos haciendo "confesiones", que sus simpatizantes dijeron que fueron grabados bajo coacción.
Tras los arrestos, la Unión Europea (UE) prohibió que la aerolínea estatal bielorrusa Belavia operar en los aeropuertos del bloque y pidió a las empresas aéreas de la UE no sobrevolar el país.
En sus primeras palabras sobre el caso, Lukashenko dijo ante legisladores y funcionarios que el avión fue desviado por una amenaza de bomba.
"Actué de manera legal, protegiendo a las personas de acuerdo con las reglas internacionales", sostuvo Lukashenko, de 66 años, quien gobernó la exnación soviética con mano de hierro durante más de un cuarto de siglo.
En Bielorrusia es habitual que las protestas opositoras terminen en represión y con cientos de detenidos, y los principales dirigentes que cuestionan al Gobierno debieron exiliarse. (Télam)