El capitán de Independiente, Silvio Romero, declinó hablar del partido que anoche su equipo empató 2 a 2 como visitante de Bahía, en Brasil, desde donde ocho de sus compañeros debieron retornar anticipadamente a Buenos Aires por ser "detectables" de coronavirus, y al respecto acusó a la Conmebol de haberle "fallado" al club de Avellaneda.
"Del partido no voy a hablar, sino de todo lo sucedido en las horas previas, en las que la Conmebol nos abandonó a nuestra suerte cuando los ocho compañeros que se pasaron ocho horas varados en el aeropuerto y durmiendo en el suelo, maltratados por la seguridad del lugar, estaban habilitados por ella para jugar en Bahía", disparó Romero.
"Después la Conmebol es rápida para informar si algún jugador está sin barbijo en el banco de suplentes o llega tarde a una conferencia de prensa, pero cuando tiene que hacerse presente, como en este caso, para ayudar a un equipo, no aparece", se quejó el cordobés.
Mientras Romero hablaba en Salvador de Bahía sus compañeros deportados desde Brasil, arribaban al aeropuerto de Ezeiza, donde fueron testeados y arrojaron todos resultados negativos.
"Estoy orgulloso del esfuerzo enorme que hicieron mis compañeros en Brasil para sacar un buen resultado", destacó por su parte a su llegada anticipada a Buenos Aires junto a 11 miembros de la delegación (a los ocho jugadores mencionados se sumaron el director técnico Pedro Monzón, un dirigente y el jefe de prensa) el zaguero central Juan Insaurralde.
"Nos increparon los policías en el aeropuerto de Bahía, dormimos en el piso y ellos nos quisieron levantar junto con Adrián Arregui, pero hay detalles que prefiero no comentar, Nos maltrataron", cuestionó finalmente el "Chaco" Insaurralde. (Télam)