Un juez del estado de Carolina del Norte, en la costa este de Estados Unidos, rechazó hoy un pedido para hacer públicas la imágenes de las cámaras corporales de los agentes en las que se observa cómo murió baleado hace una semana el ciudadano afroamericano Andrew Brown Jr en otro caso de racismo policial que indignó a gran parte del país.
El juez Jeff Foster, del Tribunal Superior de Carolina del Norte, argumentó que facilitar las imágenes a los medios de comunicación podrían afectar a la investigación y al posible juicio que se efectuarían contra los ochos agentes implicados en el hecho, informa la cadena televisiva NBC.
"Su publicación en este momento supondría una seria amenaza al derecho a una investigación justa, imparcial y ordenada. La confidencialidad es necesaria para proteger una investigación interna o criminal activa", agrega el fallo.
No obstante, el magistrado señaló que la familia podría tener acceso a dichas grabaciones, después de que los abogados denunciaran esta semana que solo habían podido ver 20 segundos de lo que registró la cámara de uno de los agentes.
En ese sentido, Foster dio diez días al alguacil del condado de Pasquotank, Tommy Wooten, para que facilite a la familia las imágenes grabadas por las cámaras de cuatro de los ocho agentes que participaron el operativo, consignó la agencia de noticias Europa Press.
El juez aclaró que los rostros y los números de identificación de los policías no deben estar difundidos.
En algunos estados de Estados Unidos las imágenes que graban los agentes, ya sean las de sus cámaras corporales o las que hay en los salpicaderos de sus vehículos se consideran de dominio público, pero no es el caso de Carolina del Norte, donde se necesita una orden judicial para poder acceder a ellas.
Brown, a quien se le pretendía detener por un delito de tráfico de drogas, fue baleado en el interior de su vehículo en un barrio residencial de Elizabeth City. La familia reveló que fue alcanzado por cinco disparos, uno de los cuales le dio en la nuca.
La muerte de Brown, que es investigada por el FBI, ha provocado una serie de protestas diarias en Elizabeth City y en otros puntos del estado, cuando se cumplen pocas semanas de la sentencia de culpabilidad del agente de la Policía de Minneapolis que asesinó hace un año a George Floyd.
Este episodio generó una ola de indignación no solo en Estados Unidos, sino en todo el planeta contra la violencia policial y el racismo frecuentemente presente en las instituciones. (Télam)