Por Daniel Moreira, presidente de Asociación Pyme y referente del Frente Productivo Nacional.

"Volver a prender la economía". Cinco palabras que, en 2019, sintetizaban la esperanza del pueblo argentino, tras cuatro años de destrucción sistemática del aparato productivo, de pérdida del empleo, de entrega de la soberanía y empobrecimiento de las mayorías, algo que se había convertido en una triste costumbre durante el mandato de Mauricio Macri.
Fue a Alberto Fernández a quien las urnas le dieron la responsabilidad de encabezar un complicado proceso de reconstrucción. El panorama era complejo. Perdimos 25.000 pymes en solo cuatro años. Pero el siglo XXI en Argentina también había dejado certezas: aplicar políticas de Estado que fomenten el círculo virtuoso de la producción local, el consumo y la generación de empleo eran garantía de inclusión y desarrollo.
Meses después, la pandemia puso el mundo patas arriba y la contingencia nos llevó, de forma indefectible, a poner el eje en la situación sanitaria, que venía muy deteriorada. Mientras algunos se arrodillaban ante el cemento en campaña a la vez que bajaban de rango la Salud y la Ciencia, el peronismo -en pandemia- construyó 12 hospitales modulares, sumó más de 3000 camas de terapia, gestó el plan de vacunación más importante de la historia y renegoció una deuda que parecía imposible. En medio de la crisis mundial más grande de la historia moderna, el Gobierno se ocupó de resguardar a los sectores más vulnerables con políticas públicas como el refuerzo de la AUH y el IFE; y de sostener a los sectores que producen y brindan empleo con programas como el ATP. A casi dos años de aquella asunción, lógicamente hay cuentas pendientes, y "volver a prender la economía" sigue siendo el desafío. Pero el árbol no debe taparnos el bosque: tenemos la obligación de aportar ideas y no reproches.
Ante ello, pymes, pequeñxs productores y cooperativistas de todo el país nos juntamos para impulsar propuestas, que apuntalen un rumbo para consolidar un país para todos, todas y todes. Así fue que, el 7 de abril de este año, más de 200 representantes del Frente Productivo Nacional de Buenos Aires, Córdoba, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Salta, San Luis, Santa Fe y Santiago del Estero identificamos las problemáticas del sector productivo y trabajamos en un documento con propuestas relativas a tres grandes ejes: frenar el aumento de los alimentos esenciales; introducir modificaciones en el esquema tributario para pymes, que contemplen una estratificación por tamaño, sector y rentabilidad; y velar por mejorar la conectividad en todo el país, para modernizar así los procesos productivos. Se trata, ni más ni menos, de empezar a discutir la riqueza para poder solucionar la pobreza.
Salir de esta pandemia no será sencillo. Y los actores ligados a la producción no podemos ni debemos estar ajenos a la construcción que el momento histórico requiere. El futuro nos demanda solidaridad, unidad y consenso para impulsar un proyecto productivo a largo plazo, que promueva la reactivación del mercado interno y vuelva a generar empleo de calidad. Esa es la única forma de fomentar la inclusión y recomponer el tejido social en el país. Se trata de construir un nuevo orden, con producción y trabajo, que permita que los números cierren con todos, todas y todes adentro. No es una opción: es el único camino que garantiza el desarrollo.
(Télam)