El primer ministro italiano, Mario Draghi, consiguió hoy el apoyo del líder de la derechista Liga, Matteo Salvini, para extender las restricciones duras a las actividades y los desplazamientos internos hasta fines de abril a causa de la suba en los casos de coronavirus.
"Sostenemos la línea Draghi: si los datos científicos dicen que es zona roja, hay que cerrar", planteó Salvini en conferencia de prensa, a horas de que el Gobierno defina si extiende o no las medidas anticoronavirus en vigencia, al menos, hasta el 7 de abril.
"Y si en abril los datos ponen a región en la zona amarilla, se abren las restricciones allí", agregó Salvini, en referencia al mapa de colores en los que se divide el país en base al riesgo epidemiológico.
El apoyo de Salvini a Draghi se da mientras se espera que el Consejo de Ministros defina esta semana la posible ampliación de las restricciones a los desplazamientos entre regiones y el cierre de abres y restaurantes para consumo interno previsto hasta después de Pascua.
La línea de Salvini, que de todos modos implica ablandar las medida en las regiones que muestren una baja de contagios para que puedan ser "zona amarilla", llega mientras hoy entró en vigencia la medida del Gobierno italiano para desestimular los viajes durante Semana Santa al exterior.
A través de una ordenanza del Ministerio de Salud, las personas que lleguen desde destinos europeos deberán someterse a un hisopado, hacer cinco días de cuarentena, y luego hacerse otro test.
Si bien la medida está vigente hasta el 7 de abril, el diario Repubblica publica esta tarde en su edición online que podría extenderse también hasta el 30 de abril.
Con 11 de las 20 regiones del país en zona roja o de máximo riesgo epidemiológico, Italia se prepara para un cierre total de los desplazamientos internos no justificados del sábado al lunes, con el fin de restringir los viajes durante Semana Santa.
Hasta el momento, 108.879 personas murieron por coronavirus en Italia desde el inicio de la pandemia. (Télam)