Una muestra de la artista argentino chilena Celeste Rojas Mugica (1987), integrada por videoinstalaciones, fotografías y una publicación surgida de la aparición de un enorme cuchillo corvo impreso en la ladera de los cerros del país trasandino, se exhibirá desde el viernes próximo en la galería porteña Rolf Art, en el marco del mes por la memoria, la verdad y la justicia, al cumplirse 45 años del último golpe de Estado.
La exhibición "Ejercicios de aridez" es una suerte de proyecto polimorfo que adopta diversos soportes para brindar una serie de experiencias: una plataforma virtual interactiva, una exposición presencial conformada por videoinstalaciones y fotografías y una publicación impresa, define Florencia Batitti, curadora de la muestra.
En cada una de estas instancias, la artista interroga al territorio y al cuchillo corvo dibujado con cal en medio del desierto de Atacama, luego de que una dirigente de una agrupación de ejecutados políticos durante la dictadura de Pinochet, recibe un sobre anónimo por debajo de la puerta de su casa, que contiene la imagen satelital de esa arma blanca, emblema de las Fuerzas Armadas chilenas.
La imagen de esa arma blanca de aproximadamente 2000 metros de largo, delineado sobre el desierto, a pocos kilómetros de la casa de la dirigente en Calama, dispara preguntas acerca las implicancias de la llegada del sobre, y dan origen a lo que la curadora define como "un ensayo crítico-poético que busca interpelar una topografía improbable e imposible, consciente de que no existe memoria sin imágenes y de que son las imágenes, en dialéctica con las palabras, las que construyen sentidos para los acontecimientos".
"¿Es un resabio del amedrentamiento que muchas víctimas -particularmente mujeres- recibieron, incluso años después de finalizadas las dictaduras cívico-militares en América Latina o, por el contrario, el anónimo sugiere un aviso, una pista, una suerte de confesión?", se pregunta.
Junto a esa imagen de "el corvo" aparecen los números 11, 73 y 78 que encabezan y flanquean la empuñadura del cuchillo respectivamente, trazados también con cal, agrega la curadora, quien sostiene que "ciertas fechas funcionan en el imaginario social como 'lugares de memoria', como figuras nodales donde cristaliza y se refugia la memoria colectiva".
En la Argentina, el 24 de marzo de 1976 condensa la cifra del golpe de Estado y, en Chile, ese lugar de memoria lo ocupa el 11 de septiembre de 1973, cuando, entre septiembre y noviembre, Pinochet ejecuta la operación conocida como "Caravana de la muerte", una siniestra travesía a lo largo del territorio chileno que termina con el asesinato y/o desaparición de casi un centenar de prisioneros políticos, en ocasiones hiriéndolos con el "corvo" antes de fusilarlos.
El tercer número que flanquea al cuchillo es el 78, el que pareciera referir al año de otra operación militar, en este caso conocida como "Retiro de televisores", nombre en clave que el ejército chileno le dio al desentierro de prisioneros políticos que habían sido sepultados en fosas clandestinas -muchas de ellas ubicadas en la inmensidad solitaria y pétrea del desierto- para desaparecerlos, nuevamente, arrojándolos a las profundidades del mar.
"Así como el Río de la Plata, con su color de león y su anchura excepcional, perdió su inocencia cuando se tragó a miles de desaparecidos, el desierto de Atacama -el más árido del mundo- carga con la misma irrecusable paradoja: la de conjugar belleza y horror, una intensa y contradictoria connotación identitaria, amasada al calor de manuales escolares, tradiciones populares y canciones patrias, que la obra de Rojas Mugica interroga con la fuerza crítica de una mirada que se resiste a la pasividad del recuerdo", reflexiona Batitti.
Nacida en Chile en 1987, hacia fines de la dictadura, en el seno de una familia atravesada por el exilio, Rojas Mugica inscribe su trabajo en la tradición artística que explora las relaciones y tensiones entre imagen, memoria, arte e historia reciente en América Latina, donde se juega además el extractivismo neoliberal.
La exhibición desplegada en sala ofrece una primera experiencia desde el afuera de la galería con una fuerte propuesta visual, que brinda señales y herramientas que permiten profundizar ingresando al espacio físico o navegando a través la propuesta digital mediante códigos QR.
La muestra, de entrada libre y gratuita en la calle Esmeralda 1353, podrá visitarse únicamente con cita previa desde el próximo jueves 26 de marzo -de 12 a 19- hasta el 28 de mayo. Para programar su visita, los interesados podrán contactarse a info@rolfart.com.ar.
(Télam)