Joe Biden y Kamala Harris llegaron al Capitolio junto a sus parejas para asumir la presidencia y vicepresidencia de Estados Unidos. Desde allí seguieron el desfile, que este año se realizó de forma virtual por la pandemia de coronavirus.

Invitados muy importantes ocuparon sus lugares en las escalinatas del Capitolio, entre ellos los expresidentes Barack Obama, Bill Clinton y George Bush, junto con sus esposas.

"Podemos dejar de gritarnos, porque sin unidad no hay paz, solo amargura"

Lo más insólito de todo sucedió cuando las cámaras apuntaron en un momento hacia donde estaba sentado Bill Clinton, quien para sorpresa de todos se había quedado dormido.

Clinton, dormido.

Más allá de este episodio de color, Biden, en su discurso, dejó en claro que “este es el día de EE.UU.; este es el día de la democracia, el día de historia y esperanza, de renovación y decisión. Estados Unidos ha sido probado y ha enfrentado este desafío. Hoy no celebramos el triunfo de un candidato sino de una causa: la causa de una democracia. La voluntad del pueblo se ha escuchado. Hemos aprendido una vez más que la democracia es valiosa, es frágil. Y en este momento, amigos, la democracia ha prevalecido”.

“La historia, la suerte, la razón, nos muestran el camino hacia la unidad. Nos podemos ver no como adversarios sino como vecinos, nos podemos tratar como vecinos. Podemos dejar de gritarnos, porque sin unidad no hay paz, solo amargura. Y no hay avance, solo un cansancio que nos agota. Este es nuestro momento histórico de crisis, de problemas y de unidad. Y la unidad es la manera de salir adelante”, remarcó en otro de los tramos.