La guerrilla colombiana Ejército de Liberación Nacional (ELN) negó hoy que los dos colombianos extraditados la semana pasada a Estados Unidos acusados de delitos de narcotráfico sean integrantes de sus filas.
Se trata de Yamit Picón Rodríguez, alias Chonta, quien es señalado como cabecilla financiero del Frente Nororiental del ELN en el departamento nororiental de Magdalena y requerido por la Corte del Distrito Sur de Texas, y Henry Trigos, quien era el encargado del almacenamiento y distribución de drogas en departamento Norte de Santander.
"Las empresas de comunicación difundieron una noticia falsa al afirmar que son miembros del ELN", afirmó la guerrilla en un comunicado difundido hoy en sus canales de comunicación.
"Miente el Gobierno al afirmar que estos señores pertenecen al ELN porque no es cierto", aseguró el grupo armado.
Por eso, el grupo armado insistió en que el Gobierno debe conformar una Comisión Internacional que verifique sobre el terreno si el ELN tiene cultivos, laboratorios, infraestructuras, rutas para el narcotráfico o negocios con precursores químicos usados para la producción de cocaína, en la que también debe estar el Consejo de Seguridad y a un Representante del secretario general de la ONU, informó Caracol Radio.
Además, llamó al Gobierno a legalizar las sustancias psicoactivas para acabar con el narcotráfico.
“Solo la legalización de las sustancias psicoactivas acabará con las ganancias extraordinarias del narcotráfico y su razón de ser (...) se necesita un pacto de responsabilidad compartida entre países productores y consumidores de narcóticos”, expresó el ELN.
Ambos detenidos fueron enviados el pasado jueves a Estados Unidos desde la base Antinarcóticos de la Policía Nacional en Bogotá junto a Alexánder Montoya Úsuga, primo de Dairo Antonio Úsuga David, conocido como "Otoniel" y máximo jefe de la banda criminal Clan del Golfo.
Los miembros del ELN son acusados en Colombia de haber participado en el atentado en Bogotá contra la Escuela de Cadetes de la Policía General Francisco de Paula Santander, que dejó 22 muertos el 17 de enero de 2019. (Télam)