Laura González, quien perdió la visión en su adolescencia, luchó contra los miedos para conseguir un trabajo y logró ser independiente y convertirse en una atleta profesional paralímpica en judo, dijo que "la inclusión se logra si lo hacemos entre todos" y destacó que "la sociedad debe darse la oportunidad de conocernos".
"Tenemos una limitación, pero la sociedad debe darse una oportunidad de conocernos y saber de que somos capaces", aseguró Laura, de 28 años, a Télam tras contar su experiencia y su cambio de vida una vez que entendió que con las herramientas adecuadas podía superarse.
Laura nació prematura, a las 28 semanas, y al llegar a la pre adolescencia, entre los 12 y 14 años, comenzó a perder la visión, por lo que tuvo que ingresar a una escuela especial para terminar el secundario, al tiempo que estudió braile.
"Hasta esa edad llevaba una vida normal, luego tuve que ir a una escuela especial, aprender braile y a usar un bastón, pero lo más difícil es entender que uno no debe aislarse, pero es lo que sucede porque muchas veces no se nos entiende", contó.
Laura afirmó que muchas veces "la sociedad te discapacita" y contó que la escuela especial que la incluyó fue la que la llevó a conocer el deporte y la G en Buenas Manos, donde se recibió de masajista, para poder hoy brindar ese servicio en empresas.
Como judoca ingresó al equipo nacional paralímpico en 2015, y en 2017, 2018 y 2019 ganó medallas de plata en Canadá, San Pablo y Lima, este última en los juegos Parapanamericanos, que le aseguró el pase a su próximo sueño, los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.
"El deporte es sumamente inclusivo, sobre todo el judo, donde podemos luchar con atletas con o sin discapacidad, con hombres o con mujeres por igual. Por eso me gusta mucho la frase que dice que la mente es como un paracaídas, solo funciona si la tenemos abierta, y necesitas que todos se abran parar ser mejores personas", concluyó. (Télam)