Los trabajadores azucareros salteños denunciaron hoy que el grupo empresario que administra el Ingenio San Isidro prohibió el ingreso al establecimiento a cinco inspectores de la Secretaría de Trabajo provincial y a dirigentes del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar San Isidro (Soeasi), quienes procuraron realizar un relevamiento sobre "las malas condiciones de las instalaciones, lo que arriesga la integridad física del personal".
El gremio denunció la prohibición patronal de acceso al predio de la localidad de Campo Santo, a 50 kilómetros de la capital provincial, lo que calificó como "una nueva práctica discriminatoria de empresarios inescrupulosos que pretenden la desaparición de los sindicatos y burlar las normas legales vigentes", dijo Mario Cuenca, titular del Soeasi.
"Las condiciones de seguridad e higiene de la fábrica son deplorables como consecuencia de la ausencia de inversión y cuidados. Existe el riesgo inminente de que se reitere la tragedia de noviembre último en el Ingenio La Esperanza de Jujuy, donde hubo decenas de muertos y heridos", reseñó el dirigente gremial, quien puntualizó además que el grave conflicto entre trabajadores y la patronal comenzó en San Isidro hace más de dos años.
El sindicalista explicó que los nuevos dueños del establecimiento, encabezados por Diego Ruiz, no resolvieron los problemas en Campo Santo, cuya población considera al Ingenio San Isidro como "su principal polo productivo y fuente de trabajo", indicó un comunicado.
"La reapertura de la empresa luego de casi un año de inactividad se hizo con un tercio de los empleados. Ninguno percibió la indemnización de ley por ese cierre. Desde entonces, Ruiz y sus socios procuran anular la actividad sindical y no se prestan al diálogo", dijo.
Cuenca denunció también "persecuciones y amenazas constantes contra los trabajadores" y "total falta" de inversiones en higiene y seguridad, por lo que ya "se produjeron varios accidentes laborales como consecuencia de la total desidia de la patronal", sostuvo.
El anterior propietario del establecimiento era una multinacional de origen peruano -el Grupo Gloria- que lo cerró de forma inmediata y dejó en la calle a sus 730 operarios.
Ante esa situación, la Secretaría de Trabajo provincial convocó para el 13 de este mes a una nueva reunión a sindicalistas y empresarios en procura de una solución.
(Télam)