El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dio hoy un nuevo paso en su plan para expandir un sistema de educación cívico-militar en su país, al colocar la piedra fundamental de un establecimiento de este tipo en la populosa ciudad de San Pablo.
En una ceremonia, Bolsonaro afirmó que "Brasil estaría entre los diez mejores" países del mundo si la calidad de su sistema educativo se midiera solamente por el nivel de los alumnos que asisten a las escuelas militares.
Esa fue la expresión que el presidente, capitán de la reserva del Ejército, utilizó para marcar un contraste con los resultados de las pruebas PISA que se toman en las escuelas brasileñas, cuyos estudiantes están en los últimos puestos cuando se miden sus conocimientos en matemática y en bajos niveles en lectura.
"Brasil llegó a una situación que no puede ser sobrepasada por nadie más en Educación, porque ya estamos en el último puesto", dijo Bolsonaro, citado por la agencia EFE.
El presidente brasileño se fijó como meta inaugurar más de 200 centros educativos cívico-militares antes de completar su mandato, a finales de 2022.
El de San Pablo, de acuerdo con la intención de las autoridades, abrirá en 2022 y será financiado con fondos del Gobierno federal y aportes de la Federación de Industrial de Sao Paulo (Fiesp), la patronal más influyente de Brasil. (Télam)