Por Cristoforo Spinella ESTAMBUL, 25 ENE - A más de 24 horas del sismo que devastó el este de Turquía, los socorristas continúan excavando entre los escombros en busca de sobrevivientes.
Edificios enteros se vinieron abajo en pocos instantes luego del violento terremoto de magnitud 6,8 que el viernes por la noche sacudió la provincia de Elazig, en la Anatolia oriental.
Y los centenares de bomberos llegados de todo el país esperan que ocurra como con Piner, la mujer encinta de seis meses salvada luego de estar sepultada bajo cúmulos de desechos por alrededor de 12 horas.
Es una de las 44 personas extraídas vivas del derrumbe de unos treinta edificios.
Las víctimas comprobadas son hasta el momento 29, los heridos 1.
243.
Una decena de personas se encuentran aún bajo los escombros.
Para los socorristas es una carrera contra el tiempo.
El epicentro del terremoto tuvo lugar en Sivrice, pequeño poblado de llamado turístico en las orilla del lago de Hazar, nacimiento del río Tigris.
Pero el sismo fue advertido a centenares de kilómetros de distancia, provocando muerte y destrucción también en la vecina provincia de Malatya, donde se registran 4 de las víctimas.
La zona, de alto riesgo sísmico, está principalmente dedicada a la agricultura y ganadería y poco densamente poblada.
El lugar del desastre fue visitado hoy por el presidente Recep Tayyip Erdogan, que participó en los funerales de algunas víctimas.
"Hemos ya vivido numerosos terremotos, pero con paciencia nuestro pueblo siempre pudo superar estas pruebas", expresó el líder de Ankara, prometiendo que "hará todo lo que esté a su alcance" para no dejar a nadie sin casa.
Decenas son los edificios gravemente dañados.
La Protección Civil Turca (AFAD) invitó a los habitantes a no retornar hasta que sean efectuados los pertinentes controles sobre el estado de las estructuras.
Pero en Elazig está todavía en emergencia.
Los socorristas luchan además con las rígidas temperaturas del invierno de Anatolia que durante la noche descienden a varios grado bajo cero.
Escuelas, bibliotecas y gimnasios están destinados a la acogida de miles de refugiados.
En estas hora dramáticas no faltan ni siquiera la polémica.
La Fiscalía de Ankara anunció la apertura de una investigación en relación a diversos usuarios de redes sociales que luego del terremoto acusaron a las autoridades de escasa prevención y falta de respeto a las normas antisísmicas.
(ANSA).