PARIS, 18 ENE - Mientras disminuyen los manifestantes contra la reforma de pensiones, los chalecos amarillos regresaron hoy, en varias ciudades de Francia, para su 62 sábado de protesta, en una jornada que también se destacó por los dichos En París, la marcha de los "chalecos" era de unas miles de personas bastante combativas.
Desde la Porte de Champerret hasta la Gare de Lyon, pasando por Republique y Bastiglia, los chalecos amarillos, entre los cuales hubo 15 detenidos, quemaron contenedores y destrozaron marquesinas y diversos elementos de mobiliario urbano.
Entre los pedidos, se encontraba la renuncia del presidente Emmanuel Macron.
Entretanto, Marine Le Pen condenó hoy el intento de ataque de manifestantes en el teatro parisino, donde ayer Emmanuel Macron y su esposa Brigitte estaban mirando actuación ayer por la noche, aunque acusó al gobierno de "contribuir" a las tensiones sociales.
"Estos hechos deben ser condenados, pero son preocupantes", dijo la presidente del Rassemblement National al margen de una manifestación en apoyo a sus candidatos para elecciones municipales en un banlieue de París.
La preocupación tiene que ver, para Le Pen, en que esos ataques revelan un aumento permanente de la tensión, ininterrumpido desde hace un año y medio.
(ANSA).