TEL AVIV, 12 ENE - El ministro de Educación, Rafi Peretz (un rabino, líder del partido confesional 'Hogar judío') está en el centro de la controversia por haberse expresado, no por primera vez, contra la homosexualidad.
En una entrevista con Yediot Ahronot, se le pidió que aclarara cómo reaccionaría si supiera que uno de sus hijos es homosexual, Peretz respondió: "Gracias a Dios, mis hijos crecieron en un entorno natural y saludable y criaron a sus familias basándose en valores judíos".
Una familia normal, precisó en respuesta a una pregunta, "se basa en un hombre y una mujer".
Sus palabras fueron criticadas por el presidente de la asociación de docentes Ran Erez.
En varias escuelas, las lecciones son hoy abiertas con ideas sobre los derechos de la comunidad LGBT en una sociedad democrática.
En el seno del gobierno Peretz fue criticado por el ministro de justicia, Amir Ohana, (Likud), él mismo homosexual.
En un editorial Haaretz afirma que "el pensamiento oscurantista de Peretz lo hace inadecuado para servir como ministro de educación en Israel".
(ANSA).