La delegación Rosario del Servicio Penitenciario de Santa Fe fue baleada esta madrugada por al menos un agresor que disparó un tiro que perforó una persiana y una ventana del frente del inmueble, pero no provocó heridos, informaron fuentes policiales.
El ataque se registró en esa sede penitenciaria, dependiente del Ministerio de Seguridad provincial, en el cruce de las calles Alsina y Pellegrini, y ocurrió una semana después de otra balacera similar que se registró contra el frente de Centro de Justicia Penal de zona sur de la ciudad.
Según las fuentes, la policía recibió una denuncia por parte de un vecino cerca de las seis de esta madrugada que escuchó la detonación y cuando los policías concurrieron al lugar detectaron el orificio de bala en una persiana.
Los peritos determinaron luego que la bala había provocado la rotura de una ventana y había quedado incrustada en una pared.
Esta mañana, en el lugar continuaban trabajando peritos balísticos y los policías buscaban cámaras de seguridad que pudieran haber registrado el paso del o los atacantes.
En la calle no fue hallada ninguna vaina servida por lo que se presume que el disparo fue efectuado con un revólver, dijeron las fuentes.
El hecho se dio esta mañana, horas después de que se conociera el relevamiento del jefe de la Regional Rosario de la Policía provincial, Claudio Romano, y el subjefe Danilo Viallán.
Estos dos jefes policiales habían asumido el pasado 18 de diciembre, apenas 23 días atrás, y ahora fueron relevados por orden del ministro de Seguridad de Santa Fe, Marcelo Saín.
Es la segunda vez que disparan contra un edificio público en la ciudad en lo que va del año, ya que el pasado 3 de enero había sido baleado el frente del Centro de Justicia Penal, en la zona sur de Rosario.
En aquella oportunidad, las detonaciones partieron desde una motocicleta en la que viajaban dos personas, y dieron contra una puerta blindada sobre Mitre al 2800.
En total los agentes hallaron seis vainas servidas en el suelo y contaron siete impactos contra la puerta blindada.
Además los atacantes fueron vistos por la policía que custodiaba el lugar, por lo que se inició una persecución en la que los delincuentes se dieron a la fuga y lograron escapar.
A su vez, los ataques a los edificios públicos se dan en un marco de violencia en Rosario, que lleva doce crímenes en diez días, en su mayoría ligados al narcotráfico.
En ese sentido el hasta ayer jefe de Policía de Rosario sostuvo en declaraciones a la prensa que hay “una guerra” entre distintas bandas para liderar la venta de drogas.
“Varias bandas delictivas dedicadas al narcotráfico quieren ocupar terreno, y esto generó una guerra en la que al no tener líderes concretos, los de abajo quieren ocupar esos lugares, ahí están los problemas”, expresó el comisario. (Télam)