Óscar Ortiz anunció hoy que deja el cargo de ministro de Economía de Bolivia a un mes de las elecciones generales y aclaró que no renunció, luego de mantener una fuerte disputa por un decreto en el Gobierno de facto de Jeanine Áñez, una dirigente que una de sus aliadas más cercanas en los últimos años.
En una conferencia de prensa, Ortiz destacó que no renunció y adelantó que Áñez ya designó a su sucesor.
Aunque no dio nombres, versiones periodísticas informaron que sería el actual ministro de Planificación del Desarrollo, Branko Marinkovic, un hombre que pasó 10 años en el exilio tras ser señalado como uno de los líderes del intento fallido separatista de 2009 contra el Gobierno de Evo Morales.
“Entiendo que ya han decidido designar a otra persona, con lo cual he venido a dejar limpio mi escritorio”, dijo esta mañana y calificó como “indigno” que se esparcieran “rumores” y “noticias falsas” para presionarlo a que dimita.
Ortiz fue desplazado del gabinete de Áñez por “diferencias profundas” con algunas políticas que pretende asumir el actual Gobierno, reportó el diario local El Deber.
Recalcó que su alejamiento se debe a que no está dispuesto a firmar el decreto supremo “que vaya contra el ordenamiento jurídico”, en referencia a la devolución de las acciones de la Empresa de Luz y Fuerza Eléctrica de Cochabamba (Elfec), que comprometió Áñez.
“No creo que el Gobierno, en sus últimas semanas, deba realizar nuevos contratos o adjudicaciones importantes, que debieran dejarse para la próxima gestión. Hay suficientes deudas como para asumir nuevas obligaciones”, concluyó.
Ortiz había confrontado públicamente con el hombre fuerte del Gobierno de facto, el ministro del Interior Arturo Murillo, por este tema.
"Yo no estoy aquí para firmar cualquier cosa que me ponga por delante, voy a siempre analizar y cumplir con mi responsabilidad de defender el respeto a las leyes y los intereses del país", le dijo al medio local Erbol, citado por la agencia de noticias DPA.
(Télam)