Seis organizaciones criminales en Colombia plantean un cese del fuego para dialogar con Petro

El Clan del Golfo y otras organizaciones del narcotráfico en Colombia anunciaron su intención de coordinar un alto al fuego para negociar su desarme con el Gobierno del presidente electo de Gustavo Petro, informó hoy la prensa local.
En una extensa carta dirigida a Petro, la vicepresidenta Francia Márquez y el designado canciller Álvaro Leyva, la banda que dirigía Otoniel, el capo extraditado en mayo a Estados Unidos, dijo que está dispuesta al diálogo y la reconciliación para "parar la violencia cíclica".
Junto al Clan del Golfo, que se presenta como Autodefensas Gaitanistas de Colombia, otras cinco bandas armadas suscribieron el texto con fecha del 19 de julio y que fue publicado hoy.
"Estamos dispuestos a coordinar uncese al fuegocontra la institucionalidad a partir del 7 de agosto. Estamos dispuestos a desarmarnos en el momento indicado", señalaron en su declaración.
La carta, divulgada por el diario local El Tiempo, fue atribuida al temido Clan del Golfo, los Caparros, los Rastrojos, los Shottas de Buenaventura, la Inmaculada de Tuluá y los Mexicanos de Quibdó, quienes justificaron su origen a la falta de "oportunidades".
También declararon estar dispuestos a "pedir perdón", a "aportar verdad total e integral", a no volver a cometer "actos criminales, todo ello en el marco del modelo de "justicia restaurativa", con la que se juzga a las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), informó la agencia de noticias ANSA.
A cambio, sugirieron que en "lo posible" nadie sea encarcelado y reclamaron una "segunda oportunidad", incluidos aquellos miembros de esas organizaciones presos en el exterior, siempre y cuando se comprometan a "esclarecer la verdad de los hechos oscuros de nuestro país".
"Hemos aprendido la lección que hoy en día por las armas no se llega al poder, que a este se debe llegar de manera democrática, así como lo hizo el señor Presidente Gustavo Petro Urrego. Le decimos al país que estamos dispuestos a emprender este mismo camino", dijeron los firmantes en su mensaje.
El 7 de agosto, Petro asumirá como el primer presidente de izquierda de Colombia tras su triunfo electoral el 19 de junio. Su designado ministro de Relaciones Exteriores confirmó que recibió la carta del Clan y demás organizaciones.
"Es algo de lo que yo tenía noticia tiempo atrás, porque por alguna razón hablábamos de la paz total", comentó Leyva.
Según el futuro canciller, uno de "los propósitos" es iniciar conversaciones con "muchos" grupos armados y retomar la negociación de paz con los rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), suspendida por el saliente Gobierno de Iván Duque.
El Clan del Golfo, que según estimaciones independientes tendría alrededor de 3.000 miembros entre combatientes y colaboradores, arremetió contra la fuerza pública en represalia por la extradición de Otoniel.
Otoniel, cuyo nombre es Dairo Antonio Usuga, fue enviado meses atrás a Estados Unidos para ser juzgado por delitos de narcotráfico, pese a ser responsable en el país de decenas de crímenes, incluidos asesinatos.
En 2018 el Clan, entonces bajo su mando, había expresado su voluntad de someterse a la justicia.
El presidente de la época, el nobel de Paz Juan Manuel Santos, anunció el inicio del proceso, pero finalmente la rendición no prosperó y la organización siguió traficando cocaína. Colombia es el mayor productor mundial de esa droga y Estados Unidos su principal mercado.
Formado por los remanentes de los sanguinarios grupos paramilitares, el Clan está implicado en el asesinato de líderes de derechos humanos y excombatientes de las FARC que firmaron la paz en 2016.
Después de su histórica elección, Petro afirmó que su oferta de paz prevé "negociaciones judiciales" con las agrupaciones armados diferentes de la guerrilla y el reinicio de negociaciones de paz con el ELN, que ya acogió la propuesta del próximo gobernante.
Ayer, durante su discurso como nuevo presidente del Senado, Roy Barreras, congresista del oficialista Pacto Histórico, afirmó que el nuevo Legislativo estaría dispuesto a ofrecer "una oportunidad" a los "violentos".
"Un llamado a los violentos: este Congreso les dará una oportunidad, en algunos casos, a través de las adecuaciones necesarias en el sistema de justicia transicional y, en otros, a través de disposiciones normativas que faciliten su sometimiento a la justicia ordinaria", manifestó. (Télam)