El presidente Joe Biden firmó hoy un decreto destinado a aumentar el flujo de información a las familias de los estadounidenses detenidos en el extranjero y a imponer sanciones a los delincuentes, terroristas o funcionarios gubernamentales que los mantienen cautivos.
El decreto reglamenta la Ley de Recuperación de Rehenes y Toma de Rehenes de 2020, que lleva el nombre de Robert Levinson, un agente retirado del FBI que desapareció en Irán hace 15 años y ahora se presume muerto, y que se ocupaba de los estadounidenses retenidos como rehenes o detenidos injustamente en el extranjero.
La norma autoriza al Gobierno federal a imponer sanciones financieras a quienes estén involucrados, directa o indirectamente, en la detención injusta de estadounidenses en el extranjero, según la agencia de noticias DPA.
También encarga a los expertos de todas las agencias que desarrollen "opciones y estrategias para disuadir futuras tomas de rehenes", señaló la Casa Blanca.
Además del decreto, Biden introducirá un nuevo "indicador de riesgo", "el indicador 'D'", en los avisos de viaje del Departamento de Estado específicos de cada país para advertir a los viajeros sobre países en los que se cree que existe un riesgo elevado de detención.
El departamento ya utiliza indicadores de riesgo de viajes al extranjero para categorías que incluyen delincuencia, salud y secuestro.
Las autoridades dijeron que el nuevo indicador de riesgo, marcado como "D" para detención, se aplicará al menos inicialmente a los siguientes países: Birmania, China, Irán, Corea del Norte, Rusia y Venezuela.
El decreto fue anunciado cuando la administración Biden enfrenta críticas de algunas familias por los pocos resultados para llevar a sus seres queridos a casa.
Familiares de estadounidenses encarcelados se reunirán en Washington esta semana para la inauguración de un mural en honor a los detenidos.
Asimismo, tuvo lugar cuando la detención en curso en Rusia de la estrella de la WNBA Brittney Griner provocó una mayor atención sobre la población de estadounidenses que están encarcelados en el extranjero y designados por Estados Unidos como detenidos injustamente.
Según la James W. Foley Legacy Foundation (JWFLF) hay 64 casos conocidos públicamente de estadounidenses retenidos como rehenes o detenidos injustamente en todo el mundo.
La JWFLF, que aboga por la libertad de todos los estadounidenses secuestrados en el extranjero y promueve la seguridad de los periodistas en todo el mundo, se fundó en 2014, después del secuestro y asesinato del periodista independiente estadounidense James Foley, que informaba sobre el conflicto en Siria. (Télam)