Al menos 60 personas murieron debido a las inundaciones que se registraron el miércoles por la noche en la provincia de Nuristán, en el noreste de Afganistán, donde unas 180 personas continúan desaparecidas.
El gobernador de la provinicia de Nuristán, Hafiz Abdul Qayum, informó este viernes que tras la repentina inundación encontraron "unos 60 cuerpos de mujeres, hombres y niños en el distrito de Kamdesh", unos 200 kilómetros al noreste de Kabul.
"Unas 180 personas se encuentran desaparecidas, no sabemos si están vivas o muertas", agregó, y precisó que la mayoría de las viviendas de los pueblos de la zona afectada, de difícil acceso, fueron destruidas, consignó la agencia de noticias AFP.
Este tipo de catástrofe es frecuente en el país, sobre todo en las zonas rurales pobres porque las casas están mal construidas y se hallan en áreas de riesgo. Suelen causar decenas de víctimas cada año.
Una inundación repentina causó más de cien muertos en agosto de 2020 en la ciudad de Charikar, capital provincial de Parwan, a unos 60 kilómetros de Kabul.
La falta de equipos y de infraestructuras dificulta las tareas de rescate y el envío de ayuda en las zonas aisladas de este país empobrecido por 40 años de guerra.
El fenómeno climático se produjo cuando el gobierno lucha contra una ofensiva general de los talibanes, que se apoderaron de territorios extensos en pocos meses.
Afganistán también se enfrenta a una tercera ola de covid-19. (Télam)