Un fiscal solicitó elevar a juicio la causa en la que un joven se encuentra acusado de agredir a su pareja, a la que golpeó con una pava eléctrica, la quemó con agua hirviendo y le apoyo un revólver en el cuello luego de que la víctima llamara a la Policía, en el Barrio INTA de Villa Lugano, informaron hoy fuentes judiciales.
El fiscal federal Leonel Gómez Barbella, titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 32, pidió juzgar en un debate oral a Brian Ezequiel Herrera (24) por los delitos de “privación ilegal de la libertad coactiva agravada por el vínculo; lesiones leves agravadas por haber sido ocasionadas a una mujer con quien mantenía relación de convivencia y por haber mediado violencia de género y amenazas coactivas agravadas por el uso de un arma de fuego, todos en concurso ideal entre sí”.
En el requerimiento de elevación a juicio, Gómez Barbella dio por probado que los hechos ocurrieron en la madrugada del 29 de agosto pasado en un departamento de un edificio ubicado en el Barrio INTA de Villa Lugano, en el sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
De acuerdo a lo informado por el Ministerio Público Fiscal (MPF) en su sitio www.fiscales.gob.ar, allí convivían desde mediados de ese mes Herrera y la víctima, en una relación de pareja que llevaba dos meses.
En ese marco, se produjo una discusión y la joven intentó irse de la vivienda, lo que fue impedido por el imputado, que le gritó al tiempo que tomó una pava eléctrica con agua caliente dentro.
Luego la golpeó con dicho artefacto en el lado izquierdo de la cintura, lo que le provocó quemaduras y lesiones en la cadera a la víctima, que ante la agresión expresó con miedo que no se iría de la propiedad.
Posteriormente Herrera salió al balcón y la joven aprovechó para cerrar con llave esa puerta, para luego llamar a la Policía y denunciar la agresión.
En esas circunstancias, el acusado rompió la puerta del balcón y volvió a ingresar al domicilio, donde tomó un revólver y lo apoyó en el cuello de su pareja, a la que amenazó por haber llamado a la Policía.
En tanto, la madre de Herrera se dirigió hacia el domicilio para intentar calmar la situación y cerca de las tres un miembro de la División Protección Barrial de la Policía de la Ciudad logró reducir y desarmar al agresor, secuestrando el revólver y un cuchillo con una hoja de 20 centímetros.
“El nombrado demostró su pretensión de someter a su pareja mujer a su propia voluntad, al punto tal que la sumergió en un ciclo de violencia en el que se veía impedida de tomar decisiones autónomamente, máxime si tenemos en cuenta que ante la primera crítica que le efectuara por una decisión que aquel pretendía seguir (...), decidió agredirla, amenazarla coactivamente con armas y privarla de la libertad con el objeto de continuar sometida a sus designios y evite acudir por ayuda”, sostuvo Gómez Barbella.
Asimismo, el representante del MPF destacó entre las pruebas recolectadas el propio testimonio de la víctima, las heridas ocasionadas por el agua caliente constatadas por la División Medicina Legal de la Policía de la Ciudad y el registro de la llamada al 911 realizada por la joven. (Télam)