Una mujer de 48 años murió el pasado domingo por la noche, en la ciudad mexicana de Salamanca, estado de Guanajuato, al ser atropellada por un tren mientras intentaba tomarse una selfie.

Según los reportes de la Fiscalía estatal, alrededor de las 20 horas, cuando la víctima escuchó que el ferrocarril se aproximaba, se acercó corriendo a las vías para tomarse una fotografía.

Sin embargo, tropezó con las piedras que sostienen los durmientes, cayó sobre las vías y el maquinista no pudo evitar arrollarla. Estaba acompañada por una amiga, que relató lo sucedido.



Ambas mujeres esperaban en la calle Insurgentes, esquina con Faja de Oro, a que pasara el tren para que al fondo de su imagen saliera la máquina en movimiento. Una vez que el tren comenzó a aproximarse, las dos intentaron correr; pero la víctima pisó mal y perdió estabilidad en el momento menos deseado.

Meses atrás, a un hombre en la India le ocurrió exactamente lo mismo, pero logró sobrevivir a la embestida. Son cada vez más los casos de muertes accidentales de personas que buscaban originalidad en sus fotos. Es que muchas veces pesa más la apariencia ante los demás, que el propio bienestar.