Unos 40 detenidos, al menos seis prófugos, varios cambios de jueces y movimientos permanentes en el Gobierno es lo que generó, en tres meses, el asesinato del presidente de Haití Jovenel Moise, un hecho del que aún se desconocen los autores intelectuales y quienes financiaron la operación.
"Tres meses desde el asesinato del presidente Moise; los autores intelectuales y financieros de esta operación sucia todavía están en las calles. El trabajo de la Justicia debe continuar para que todos los autores y coautores de este crimen sean identificados y respondan por sus actos", escribió en Twitter el ministro de Relaciones Exteriores, Claude Joseph, de los pocos que reparó en la fecha.
El mandatario fue baleado en su residencia en la madrugada del 7 de julio, sin que ningún guardia de seguridad resultara herido, por un comando que escapó del lugar, aunque después la mayoría de sus integrantes fue detenida.
Joseph sostuvo que Moise fue asesinado "por sus ideas y sueños para el pueblo haitiano" y que la lucha por un futuro mejor debe continuar.
El mandatario venía enfrentando críticas de la oposición y cierto aislamiento interno en el Gobierno por sus planes de elecciones y reforma constitucional.
Gobernaba, además, con un Parlamento diezmado y había enfrentado casi dos años de protestas antigubernamentales.
El asesinato agravó la crisis institucional en Haití y, tres meses después de su fallecimiento, la investigación parece trabada en la detención de 18 exmilitares colombianos, varios policías y encargados de la seguridad de Moise y un único presunto autor intelectual, el médico Enmanuel Sanon.
A fines de septiembre, el primer ministro Ariel Henry anunció que las elecciones previstas para este año fueron pospuestas para 2022 mediante una revisión de la Constitución del país, en medio de una renovada tensión entre el Poder Ejecutivo y los encargados de avanzar la investigación por el magnicidio.
"Revisaremos la Constitución en los primeros meses del próximo año y las elecciones se llevarán a cabo inmediatamente después", aseguró en su momento Henry, quien tomó las riendas del Gobierno dos semanas después del asesinato de Moise.
(Télam)