La última gran hazaña del montañismo fue alcanzada por un grupo de diez alpinistas de Nepal, después de varias semanas en las que decenas de montañeros estuvieron compitiendo.

Por primera vez en la historia, lograron alcanzar la cima de la segunda montaña más alta del mundo en pleno invierno. Y el motivo de orgullo es mayor aún, porque el montañismo siempre había sido principalmente dominado por los occidentales, mientras que los alpinistas locales solían quedar relegados a ser guías, sin lograr el reconocimiento por sus ascensos.

El K2 en Pakistán, era el último pico de más de 8.000 metros que no había sido coronado en la estación más fría. También conocida como la “montaña salvaje”, se asemeja a una pirámide casi perfecta, y está ubicada en la frontera entre Pakistán y China.

El grupo de sherpas se había detenido en un punto a 70 metros por debajo del pico de 8.611 metros, para esperar a algunos de sus compañeros, antes de subir juntos a la cima y con ello quedar registrados en los libros de historia, a las 4:56 de la tarde, hora local.

Los alpinistas locales solían quedar relegados a ser guías, sin lograr el reconocimiento por sus ascensos

“Estamos orgullosos de formar parte de la historia de la humanidad y mostrar que la colaboración, trabajo en equipo y una actitud mental positiva pueden llevar los límites hacia cualquier cosa que creamos posible", dijo Nirmal Purja, uno de los alpinistas ganadores.

Sin embargo, el proceso para conquistar esta proeza también quedó marcado por la pérdida del montañista español Sergi Mongote, quien murió después de sufrir una caída mientras descendía. Sus restos fueron trasladados en helicóptero a la localidad de Skardu, desde donde comenzaría el proceso de repatriación a España.