La inflación en el Reino Unido bajó a 1,3 por ciento en 2019 luego de desacelerar su ritmo en diciembre y alcanzó la marca más baja desde fines de 2016, informó hoy la Oficina Nacional de Estadísticas británica.
El índice de precios al consumo disminuyó a valores mínimos desde fines de 2016 debido al recorte en el precio de los hoteles y la caída de costos en el sector minorista, de acuerdo con los analistas consultados.
La baja de este índice podría ahora alimentar las expectativas entre los mercados financieros de que el Banco de Inglaterra baje las tasas de interés, indicó la agencia EFE.
"La inflación se relajó en diciembre porque los precios de los hoteles se mantuvieron bajos", dijo Mike Hardie, de la oficina de estadísticas.
El 33 por ciento de los hoteles sondeados el pasado mes confirmó la caída de sus precios frente a sólo 10 por ciento que informó una suba; mientras que los precios se redujeron alrededor de 7,5 por ciento entre noviembre y diciembre frente al alza durante el mismo periodo de 2018.
La caída en el precio de la ropa, principalmente por los descuentos en los artículos de moda femenina, contribuyó también a la menor inflación: 15,2 por ciento de esos artículos se pusieron en rebaja el pasado mes, frente al 10,9 por ciento registrado en diciembre de 2018.
Además, el índice de inflación en productos alimentarios se ralentizó en ese periodo al descender 2,1% el precio del azúcar, la mermelada, el chocolate o las golosinas, que quedó compensado parcialmente por la suba de precio de la verdura.
El Índice de Precios Minoristas, que incluye el pago de los intereses de las hipotecas y que se utiliza en el país para calcular los aumentos de salario, pensiones, impuesto municipal y pagos hipotecarios, se situó en 2,2 por ciento el pasado mes, sin cambios desde noviembre pasado. (Télam)