El intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, realizó un análisis sobre la victoria del peronismo a nivel local, provincial y nacional, a la vez que le agradeció a la sociedad por “la oportunidad” de tener un nuevo mandato.

En torno a esto, el alcalde dijo que “nada de esto hubiese sido posible sin el acompañamiento, sin el aguante, sin la resistencia en estos años negros del país, de la gloriosa militancia de Merlo. En esta nueva oportunidad que nos da el pueblo de la República Argentina, de la provincia de Buenos Aires y de Merlo de que conduzcamos los destinos de este bendito país, no les podemos fallar a esos millones de argentinos que depositaron toda su esperanza en el peronismo”. Además, resaltó que su distrito tiene que ser “un ejemplo para los demás con trabajo, con solidaridad y pensando en el otro.”

“Estoy muy agradecido de que me hayan dado una nueva oportunidad, para poder si esta vez estar al frente de un Municipio con un presidente que nos escuche, con un gobernador que nos escuche. Esperan mucho de nosotros, no defraudemos a los que confiaron, no defraudemos nuestra historia, no defraudemos a nuestra familia”, añadió. A su vez, destacó la necesidad de ayudar a “Alberto, a Cristina, a Axel y a Verónica. Solos no podemos. Vamos a hacer de este pueblo una patria de iguales”.

También recordó que, a pesar de la difícil situación del país, el gobierno municipal “ha hecho mucho” y mencionó “la enorme ampliación del Hospital Eva Perón, el Hospital de Libertad, los espacios públicos, la obra hidráulica del Parque San Martin, la obra hidráulica de Merlo norte, la del Cortijo, las más de 700 cuadras de pavimento, más de 8 mil luminarias nuevas y 50 mil reparadas”.

Por último, brindó un mensaje de esperanza y solidaridad en el que destacó que este habrá sido “el último año gobernado por el neoliberalismo en la Argentina para siempre” ya que de ahora en más “tendremos una argentina que privilegie el trabajo, que proteja la industria nacional, a nuestros comerciantes, a nuestros emprendedores, a nuestros productores, a los más necesitados, a los abuelos, una argentina en la que no tenga que morir un trabajador de una escuela porque revienta una garrafa, una argentina en la que todos nos ocupemos un poquitito más del otro”.