Ángel Vicente Choque, un albañil argentino de 30 años, conducía su moto de camino al trabajo por la ciudad de Cobija, en Bolivia, cuando recibió un fuerte impacto por detrás que le provocó una fractura de la tibia y el peroné.

Según la prensa, los testigos del accidente impidieron que la persona que dio el golpe -identificada como Víctor Quispe Herrera, un policía que no estaba de servicio- se marchase.

Después, cuando las autoridades llegaron al lugar, el hombre se negó a realizarse la prueba del alcoholemia. Ángel, sin embargo, sí se hizo un test que salió negativo.

Estos hechos ocurrieron el 13 de abril por la noche y, desde entonces, Ángel está internado en el Hospital Roberto Galindo Terán de Cobija donde le colocaron unos fijadores de urgencia para evitar que perdiera la pierna. Sin embargo, necesita ser operado lo antes posible. 

"Apelamos a la solidaridad"

Herrera se opuso a hacerse cargo de los gastos y la familia de la víctima ya pagó $400.000 ARS por mantenerla hospitalizada, pero la intervención quirúrgica asciende a $1.500 millones ARS.

Y el drama no terminó ahí. Bárbara Mercado Condori, la madre de Ángel viajó hasta Cobija para estar con su hijo y sufrió un principio de ACV, que le generó una parálisis facial. El hospital pide más dinero para hacer a la mujer una tomografía. 

"No somos una familia pudiente ni que tiene dinero. Hoy apelamos a la solidaridad de todo el mundo porque no podemos. Es imposible para nosotros conseguir esa cantidad de dinero", comentó a los medios Dora, hermana de la víctima. 

La familia ha intentado trasladar a Ángel a Argentina, pero aseguran que los médicos bolivianos se niegan a ayudarles con los trámites. (RT)