El chofer de la combi dijo que el tirador efectuo un primer disparo pero el balazo no salio

El chofer de la combi que trasladó al turista inglés asesinado frente a un hotel del barrio porteño de Puerto Madero aseguró hoy que quedó "shokeado" por el episodio y dijo el delincente que cometió el crimen efectuó un primer disparo hacia una de las víctimas pero que el balazo no salió y aclaró que durante el viaje desde el aeropuerto y hasta que comenzó el asalto no vio "nada raro".
"Contactamos a los pasajeros con un cartel impreso con los datos que nos pasa la agencia. Me presento cordialmente, los llevo hasta la combi, cargamos el equipaje y vamos al hotel", relató esta tarde a Telefé Noticias el conductor Enrique Piacampo.
Según el chofer, la impresión que tuvo del asesinado Matthew Gibbard (50) y los otros cinco integrantes de la familia de éste fue la de una "familia normal que venía a pasar unos días a Buenos Aires".
Piacampo describió que desde el aeropuerto de Ezeiza hasta el Hotel Faena de Puerto Madero "fue un trayecto rutinario" y que no notó "nada raro" ni que estaba siendo seguido por dos autos y una moto.
"Al llegar al hotel abrí la puerta lateral para que empezaran a bajar y di la vuelta para sacar el equipaje. Primero iba a bajar la silla de ruedas de la señora mayor. Abrí las dos puertas, bajo primero la maleta que había arriba de la silla y el maletero me la saca y se va adentro del hotel", relató el chofer e indicó que en ese momento comenzó el asalto alrededor de él.
"En la acción escucho las palabras 'maleta' y 'reloj', pensado que era otro empleado del hotel que venía a ayudarlos (Â…) No llegué a ver al delincuente porque vine hacia atrás y no tengo vista hacia adelante", continuó.
El chofer explicó que recién se dio cuenta que era un asalto cuando vio al "chorro apuntándole al pasajero" y que ahí atinó a cubrirse detrás de "las puertas" de la combi.
"Ahí veo que el primer disparo no sale y que el pasajero, pensando que el arma no tenía balas, sigue forcejeando con los chorros", señaló y añadió: "Yo traté de cubrirme, quería que pasara rápido, que fuera sólo un robo y no que termine de esta forma."
"Fue un momento muy complicado, estaba shockeado", recordó el chofer, quien contó que tras el asalto la señora de la silla de ruedas y el otro hijo de Gibbard "quedaron abrazados adentro de la combi".
"No sabía qué decirles en ese momento porque tenía un nudo en la garganta (Â…) Fueron cuarenta segundos pero para mí fue mucho más tiempo", concluyó. (Télam)