En Escocia, aún hay muchos “tesoros” por descubrir. Bajo esa premisa, Mariusz Stepien, un detector de metales amateur, halló un conjunto de piezas que datan de más de tres mil años, y que corresponderían a la Edad de Bronce, según los especialistas.

Se trata de joyas, una espada, un arnés para caballo completo, hebillas, y ornamentos, entre otras cosas, que ahora son parte del Centro de Colecciones de Museos Nacionales en Edimburgo.

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Al realizar el hallazgo, Stepien afirmó que estaba “temblando de felicidad”. “Pensé que nunca había visto algo así antes y desde el principio sentí que esto podría ser algo espectacular y que había descubierto una gran pieza de historia escocesa”, afirmó el cazador de tesoros.

El hallazgo se efectivizó en un campo lindero al pueblo de Peebles, en el sur de Edimburgo. Al descubrirlo, se contactaron, junto con el grupo de amigos que lo acompaña, con la unidad de Tesoros Ocultos del gobierno escocés, quienes inmediatamente enviaron un grupo de arqueólogos al lugar.

El cazador del tesoro.

Para certificar toda la labor, y recibir su reconocimiento Stepien acampó en el lugar por más de 20 días, mientras se desenterraban los objetos. Según confirmaron desde la unidad de Tesoros Ocultos, “fue una oportunidad increíble para nosotros no sólo recuperar artefactos de bronce, sino material orgánico”.

“Todavía hay mucho trabajo por hacer para evaluar los artefactos y comprender por qué fueron depositados ahí”, señalaron respecto al estudio de los objetos, desde la unidad gubernamental.